domingo, 19 de abril de 2009

INFIDELIDAD

Los políticos barbudos y feos que salen en la tele (no pienso en ninguno en particular, me parece una característica generalizadora en esos señores) suelen pedir una revisión de la Constitución y de no sé cuántos estatutos. Pero no deberían quedarse en esto; yo pediría además la revisión del refranero y las frases hechas, porque, por ejemplo, "todo se arregla, menos la muerte" está desfasada desde que han entrado las nuevas tecnologías. La versión correcta y actualizada debiera ser "todo se arregla, menos la muerte y perder el pendrive". No resultaría improductivo que también se invitase a revisar algunos conceptos o cuestiones relacionados, directamente, con una moral caduca no acorde a estos tiempos, porque oprime a las personas y no las deja ni crecer ni avanzar ni vivir felices y, sin meterme en cuestiones que recuerden más a un Platón de tercera división, la felicidad de sus miembros debe ser el objetivo principal de los líderes y representantes de un Estado.

Yo, que soy muy buena y generosa, les voy a hacer parte de la tarea revisando el concepto de FIDELIDAD, y su antónimo. Partiremos del ejemplo práctico de que muchas personas me han sido infieles, sin que yo lo haya sido casi nunca, a riesgo de algún guantazo o de que me cuelguen con brusquedad el teléfono. Me han sido infieles mi madre y mi padre, mi hermana, mi pareja, mi amigo Luis, mis malos profesores, mis amigos, mis compañeros de trabajo, ... Casi todas las personas de mi entorno han cometido infidelidades en nuestra relación; creo que solo escapan mis macotas, Gloria y Mauricio.

¿Qué cómo puede haber ocurrido? Es, muy, pero muy sencillo de entender, una vez deseches tu concepto de infidelidad para intentar comprender el mío. Las personas entienden por infidelidad el deseo o práctica sexual con otra persona distinta a tu pareja. Ya solo con esto empiezan los problemas. Para unos supone infidelidad un beso, para otros, la penetración, hay quien solo la contempla si es repetitiva o estable, es decir, doble vida, y quien se atreve a creer que nace ya desde el pensamiento. Bajo mi punto de vista, el error radica en que precisamente no se establece un punto de partida común para definir, no ya este término, sino el concepto de relación, una palabra, ¡pobrecita!, tan choteada que ha perdido toda significación. La historia de esta "humanidad" la carga de tantas connotaciones negativas, que habremos de plantearnos a partir de ahora, usar algún sinónimo más limpito; para mí resulta perfecto el de PARTICIPACIÓN. Una participación entre dos personas vendría a significar: 'compartir la energía durante el tiempo que se pasa juntos, dándonos la libertad de ser nosotros mismos, permitiendo que el otro también lo sea, abriendo nuestros corazones en la confianza de que ambos estamos juntos porque deseamos armonizar nuestros sentimientos, celebrar, crecer, sin tener que prescindir de nuestra identidad'.

¿Entonces, cuándo entraría el concepto de infidelidad en una relacion (¡ups!, perdón, en una participación) como ésta?: cuando llega la falta de información, la oscuridad y la mentira. Supongamos que salgo con un chico (podría darse el caso de una chica, para mí cualquier relación es igual de lícita, pero si me pongo de ejemplo, me toca nombrar hombres, soy mega-hetero comprobada. Con esta aclaración no homofóbica que nos recuerda el próximo 17 de abril, sigo). Salgo con un hombre que se sienta ante mí y me comenta, "-tengo sexo con otras mujeres y no hoy, ni ayer, sino lo tendré también mañana, porque es mi necesidad, va conmigo. ¿Creéis que supondría una infidelidad?, pues no. Sin embargo, si lo sería, y de las gordas, el que se me ocultase una llamada que me permite un ascenso o un cambio de trabajo, un no-aviso determinado, que no se me notifique una noticia, que no se me revele información que me permita actuar de una manera, que se me oculten los verdaderos datos acerca de nuestra historia actual, religión, situación económica, que se piense mal de mí y se me ponga buena cara, una masturbación, no consentida, con mi rostro y mi nombre,... cada una de estas cosas sí supondrían una infidelidad, y creo que ya empiezas a pillar por dónde van los tiros.

Tenemos derecho a vivir nuestra vida y relaciones como nos plaza como individuos. Solo dos premisas son necesarias: ser sinceros con los demás y con nosotros mismos (es cierto también podemos sernos auto-infieles). Cuando una persona te priva de la información, datos, etc., que te permitan actuar en libertad, decidir por tus medios y optar por tomar tus propias decisiones, está poniendo escollos a tu evolución y te está siendo infiel. Te impide ser. En el ejemplo anterior, consideraría infidelidad el que otra persona comparta sexo con alguien ajeno sin que me informe, ahí me priva, por miedo o egoísmo, de adoptar una postura. Ante un hombre que se te planta delante y te dice "me acostaré con otras", ¿crees que saldría huyendo?, ¡jamás! es el tío perfecto. Posee las virtudes de la honradez, el coraje y la transparencia, entre otras. Me bastaría la condición de exigirle protección y cabeza, solicitarle que me comunique cuándo no uso ambas cosas, para seguir felizmente a su lado. Y es que por inri, existiría mayor probabilidad de que, con esas características, resultase no ser posesivo, por lo que yo podría mantener mis amistades sin conflicto alguno y además siempre sabría que me quiere con locura, a mí, al lote, porque aun probando canapés por ahí, sigue queriéndose comer a su plato fuerte (bueno, admitamos que se debe a que este plato lleva un toque de picante rico, rico, rico, de los que se pega al paladar).

En mi pasado, gocé de relaciones que ocultaron estas informaciones. Al descubrir la mentira, ya no supe distinguir ni una sola verdad. La duda reinó sobre todo lo dicho o vivido. Tuve amigos que por interés personal y de su negocio, que según ellos, iba viento en popa a toda vela cuando yo estaba, contaron mentiras o abusaron de mi buena voluntad para que yo permaneciera. Sé de colegas, con pareja y aparentemente apáticos, que con dos copas, y hasta sin ellas, confesaban a otros terceros que se masturbaban pensando en determinadas partes de mi cuerpo, o simplemente en mí. Estuve a punto de tomar decisiones erróneas y dolorosas por no disponer de información importante. Estas situaciones sí han marcado infidelidad: ¡déjame decidir a mí hasta dónde estoy dispuesta a ayudarte!, ¡déjame saber con quién estás y decidir si quiero continuar a tu lado!, ¡no mezcles tu energía sexual a la mía sin contemplaciones, y encima haciéndolo público sin consideración alguna para ti, para mí y para con quien está contigo!, ¡no des la sensación de estar jugando una partida en la que, por esconder fichas, resultarás el único ganador!

Ya mencioné una vez que en la adolescencia coleccionaba frases y citas; he descubierto que los adolescentes de hoy continúan haciéndolo. Había una, que recuerdo y viene al pelo, "si amas a alguien, déjalo libre, si regresa a ti, es porque hay amor. Deja que su alma de gato merodee por los tejados, coja sol, reflexione bajo los rayos de la luna y decida por sí mismo, que si permanece a tu lado en plenitud de libertad y conocimiento, se encontrará tan, pero tan bien, que rozarás eternamente el sentimiento de felicidad. Pero, si no, deja marchar, sé abierto, sé honrado, contigo también, porque no tenemos derecho a serles infieles a todos los nuestros, y por supuesto, cuidar de no sernos infieles a nosotros mismos.

A tanto rollo denso, prometo acompañarlo con una foto ligth, cuando te agobies, que sé de alguno/-a que este tema revuelve, mírala y sonríe y respira. Un beso de una amiga FIEL, aunque a veces eso no nos guste....

4 comentarios:

  1. Te refieres a mi en cuanto a lo de: "todo tiene remedio menos la muerte"xDDDDDDDDDD.
    La infidelidad entre las personas es bastante complejo, en cierta manera estoy de acuerdo contigo, pero muchas veces por evitar sufrimiento a los demás eres infiel.A veces ser tan sincero o decir la verdad puede causar mas daño,por el mero hecho de quedarte con tu conciencia tranquila? Eso es hasta cierto punto egoísta, ya que estás solo pensando en ti.
    Es difícil tratar de estos temas :s.

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  2. Entiendo lo que dices, no es cuestión de conciencia, ni egoísmo. A veces hay que enfrentar hasta los sentimientos más oscuros sin miedo. Y si algo estoy aprendiendo es a no presuponer los sentimientos de otro, incluso el daño o el dolor: Damos y nos dan tantas sorpresas! Ni yo sé a veces por donde puedo salir! Oye mi amor, te quiero

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  3. En ocasiones mentir o sincerarse supone que reconocemos la verdad y la falsedad en el delicado e intangible tema de las emociones. Creo que casi siempre ignoramos lo que somos realmente. para complicar más las cosas, respecto al poco nivel de conocimiento que tenemos intentamos de protegemos de él.

    Cuando exiges sinceridad apelas a la ignorancia que tiene las personas de si mismas. Para complicar más las cosas, convendrás conmigo que puede existir sinceridad sin veracidad. ¿cuánta verdad puede una persona aceptar sobre si mismo? ¿Cuanta mentira pensamos que es verdad y te la contamos?

    El tema de las perspectivas: dos personas con dos lecturas aparentemente objetivas de sus experiencias personales que son incompatibles entre si. Ambos son sinceros pero hablan de verdades distintas, de compromisos distanciados.

    Piensa en las suposiciones que daban por supuesto cada amante y no se hizo explícito: cada uno piensa que el otro sigue las mismas reglas, pero no es así.

    Deseo y la incomunicación. Al deseo no le interesa la verdad.

    Moraleja: No esperes demasiado. Preparate para vivir con un margen de incertidumbre pero pásalo bien.

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  4. logro lo pretendido: aprendo de mi blog y la gente que conmigo comparte.Considero que tienes razón, pero no me quitas la mía. La verdad puede estarse viviendo y viendo erróneamente, pero eso no quita que comuniques con sinceridad, ése es otro asunto.La comunicación y el conocimiento de uno mismo deberían ser los puntos de partida. Que nos acercamos a quien no lo practica, ¡ahhhh! nosotros escogemos, escogimos. No entiendo que el deseo sea justificante para descartar libertades. POr otro lado, dejaré de desear antes al que no comunica ni se abre sinceramente, se nota también en el sexo. Hay una cosa que no pienso apoyar nunca de tu comentario,quiero recibir tanto como lo que doy, es decir, mucho y lo pasaré, casi por dogma. Lo pasaremos bien. Un beso.

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