martes, 20 de octubre de 2009

ÁGORA/ AHORA

Solo el pensamiento puro puede acercarme a la verdad. Solo cuando esté libre de condicionamientos morales, sexuales o sociales, podré ver con claridad y esa luz me hará feliz.


No juego a ser filósofa ni aproximarme a la sin par Hiparia; reflexiono, busco una enseñanza en lo que me rodea y una respuesta por cada situación. Lo único que ocurre es que ésta ha venido de forma grata(cineeeee, ¡ummmmmm!). "¿Quién sabe si dentro de dos mil años alguien se preocupará por una persona que hoy pasa desapercibida y se maravillará del cómo estuvo tan cerca de lo verdadero?", se preguntó mi acompañante. Yo respondí: ojalá, y que se dé fuera de los medios de comunicación y de internet, porque últimamente los contemplo como las cucarachas judías y cristianas que Amenábar enfocó desde un plano acelerado de helicóptero, porque los juzgo como unos seres manipuladores que convierten en cierto lo que tocan, olvidando la capacidad de elección y de información cuasi pura, que su razón es todo menos eso, que su mensaje destruye y aliena. ¡Qué el tiempo quiera que una mente hoy juzgada como loca le gane la batalla a este medio de medios!

He salido de la película sintiéndome la cosa más diferente a esa mujer, creyendo estar en el otro extremo, con remordimiento pero sin culpa: la película es creación y pensamiento, ella fue creación y pensamiento. yo preciso del proceso creativo como del aire. Necesito probar a dibujar, escribir, leer y recrear, trabajar el barro, los alimentos,... si no pongo creatividad en mi trabajo, en la cama, en el habla, siento que no soy que no sé ser. Pero he convertido ese proceso en un suceso práctico y útil, a mi servicio y conveniencia, sin desarrollarlo ni mimarlo ni dedicarle el tiempo que requiere. No he tenido el valor de prescindir de otras facetas de mi vida para centrarme en lo que en el fondo es más que una vocación, es una intención. Ahora un nuevo trabajo y un nevo tiempo me lo ponen delante de las narices, me brindan la oportunidad, y me desafían a encontrar una excusa para no hacerlo, para dejar de experimentar con el hecho de ser fábrica de ilusiones sin un fin determinado, con la meta única de plasmar y hacer y crear y creer y crecer... ¿Y sabéis lo que digo? que asumo el reto. Esta vez no hay razón para no buscarlo. Sin considerar, como Hiparia que crear y aprender significa renunciar al amor de un hombre, no dejo de ser consciente de que no existe macho de la especie humana que me haya cruzado y que permita combinar ambas cosas. Demandantes de atenciones desproporcionadas y desprovistos de la pureza de pensamiento, no me acompañan en mi crecimiento ni respetan mi paso, pronto se convierte en aspiradoras de tiempo, acción, pensamiento y devoción. Si conocieras uno que no cumple con el perfil, notifícamelo, con discreción, para poder observar al pajarillo antes de que se dé cuenta y salga volando: Lo único que pretendo es reconocer que no es mito, que existe el hombre capaz de corregir la frasecita "detrás de todo gran hombre hay una gran mujer" por la de hemos sabido estar una al lado del otro reconociendo nuestras grandezas sin miedo a la sombra alargado de ninguno, sabiendo creer en soledad al contar de nuestra libre y por lo tanto firme compañía.

No sé si acabo de ser entendida porque no se alcanza a compartir mis pensamientos, o resulto ininteligible. Hoy, en una conversación con alguien que conozco que pudiera servir de ejemplo, me dijo que se había encontrado con un conocido común. Él iba con su novia, mi amigo también, ésa fue la razón que me dio para justificar el no haberse detenido a saludarlo y charla y comentar lo que fuera. Lo que más extrañeza me causó es que lo dijera con la naturalidad de considerarlo normal, y no te digo lo que he rumiado yo el asunto... una pareja exige no poder hablar o compartir con otros, crear un círculo mágico y energético en el que no se adentrarán otros sin temor electrocutarse. Es tan extraño vivir a tu lado sin tener que desvivirme y vivir por ti. Echadme una mano, por favor...

Divago, entremezclo y celebro que mis pensamientos se retuerzan y combinen para dar como fruto estas líneas espontáneas. Disfruto, solo eso, disfruto y sin prometerme nada doy un paso hasta el futuro más inmediato, un futuro presencial que se torna, desde este instante pasado, y quiere que sonría por el hecho de adoptar una decisión libre, cercana a la verdad de que solo cuando me encuentro pura y sin condición me siento feliz conmigo y con todo lo demás. Con la convicción de que mi vida ha de convertirse en el constante aprendizaje de mí mismas, sabiendo aprender de los otros, pero sin asumir sus lecciones como propias. Aceptando que al de en frente habré de aceptarlo, pero sin dejar de ser fiel a mí misma, que los creyentes conversos no son más que hipócritas moméntaneos aferrados con miedo a una necesidad.

domingo, 18 de octubre de 2009

ÚLTIMA VOLUNTAD

Mi madrina es un ser mágico, una mujer de 74 años que tuvo que ser hospitalizada hace diez años, por pasarse bailando en un concierto en la playa de Los Cristianos. ¡No podéis ni imaginaros la bronca que nos echó el hijo a ambas! En su adolescencia tuvo que abandonar un sueño de amor que marcó su vida. En el presente intenta hacer de su vida lo que le da la gana y me arrastra a mí en ese intento. Me siento muy afortunada. Hubo un día en el que quise cerrar un período amargo de su vida escribiendo en el nombre de otro la carta que deseó recibir toda su vida. Hoy, en días en que la muerte ha estado tan cerca, la rescato. Besos.



Desde mi lecho, 21 de marzo de 2000
Mi buen amigo:
Los días pasan muy a prisa. Ya comienzo a sentir ese miedo que te congela el alma, pero no te confundas. No temo lo que ha de venir, sino la marcha imprevista que me impida cumplir mis deseos. Es curioso como justo al final de nuestra vida, cuando el reloj de arena va cuesta abajo, nos entran unas ganas irrefrenables de hacer y decir lo que nunca fuimos capaces, aún sabiendo que el tiempo ya venció a la oportunidad, y que la lógica no entiende el porqué ahora. Pero no puedo irme incompleto y transformarme en un fantasma que arrastre su tristeza por las estaciones. Necesito terminar lo que el destino escribió, y ansío que seas, precisamente tú, el que cumpla con mi misión, ahora que siento que yo no puedo.
Mi joven amigo, no te será difícil, la conoces como si fuese la mujer de tus sueños, porque te la he retratado en cada una de mis cartas y ha llegado a ti empujada por mis cientos de suspiros. Así que, ve y dile.
Hazle saber que la sentía tan cerca y tan dentro de mí que cualquiera habría podido decir que éramos un sólo alma y un sólo ser, que la adoraba. Cuando aquellos ojitos azules desaparecían tras el brillo de su sonrisa, creía perder la razón. La apretujaba contra mi pecho y contenía mis impulsos, porque, en ese momento, si los principios de uno no se lo impidiesen, me la habría comido a besos. Dile que la amé por hermosa, alegre, valiente, esbelta, espontánea, inteligente, sincera; por ser más mujer de lo que un hombre hubiera imaginado jamás.
¡Ay, mi dulce María! Dile que únicamente se llevaron a Venezuela sus tiernos quince años, porque su padre así lo quiso, porque el destino lo quiso, pero el resto aquí quedó, nunca abandonó mi corazón ni dejó de ser mi amada niña. Poco más que su presencia es lo que me arrebataron ¡Y ya entonces la veneraba!, a pesar de sus coletas y sus pechos recién nacidos. La reconocía como la mujer que el cielo había escogido para mí, pero su juventud y su familia se oponían al amor. Parecíamos una de esas malas historias del cine de a peseta que siempre cortaba la escena del beso.
¡Ay, ay, ay mi pequeña rebelde! Se marchó en un mercante ilegal, con muchos otros, empapada en llanto. Para ambos fue un duro golpe. Supe de ella por cartas y alguna que otra postal. Me contaba su amistad con negrotes guapos y salseros, sobre las pretensiones que un ventero le estaba haciendo, y acerca de los planes de su padre; las cosas no le iban mal y pensaba abrir una fábrica. Parecía estar bien, mientras hablase de lo nuevo, de ese lugar que estaba descubriendo, pero, después sus letras se emborronaban por las lágrimas. Si recordaba su tierra, sus cartas, de repente, se abreviaban y terminaban con la brusquedad de quien siente demasiado el dolor como para seguir escribiendo, y se despedía con la dulce promesa de que volvería. Dile que pasaron los años, pero no mis ganas.
Sus ansias de volver no cesaban. Pronto supo que lo haría, a su padre le sobraba el dinero y ella no se achicaría al pedirle el fruto de sus sacrificios y trabajos. No resultó. Esperó a su mayoría, a que fuese toda mujer. Debía ser ella la que volviese porque dos amores la llamaban, yo y su tierra. Tampoco entonces pudo. La vida, traicionera, nos jugó una mala pasada. Su viejo falleció. Intentó el regreso tiempo después, pero su madre se había transformado una anciana prematura, triste y enferma, sintió que la necesitaba. Sus cartas nunca faltaron, en todas ellas solía preguntar “¿te acordarás de mí?” ¡que podía responderle yo! Sí, por ti revivo, sólo por ti, María, recorro los caminos, guardo en el corazón los atardeceres, memorizo tus cartas, abrazo tu retrato,...Entonces, era yo el que interrumpía nuestras cartas para que no pudiese notar que también un hombre puede llorar.
No volvió. Porque fui un cobarde, porque no tuve el valor suficiente y no me encaminé hacia el otro lado del mundo, para darle una bofetada primero, por estúpida, y para pedirle que me dejase ser su esclavo por el resto de sus días, después. Yo la perdí. Sucedió lo que era de esperar. El ventero ganó la partida, se casaron y tuvieron un hijo. Yo no pude imitarla, no supe mirar a otra mujer y preferí ser tío, y tío-abuelo. No te creas, tiene sus ventajas.
Cumpliré mi promesa, ¡tú lo harás por mí! Me dejaré caer sobre la cama rodeada de todo lo que su amor me trajo, respiraré el aroma de sus cartas, me dormiré, besando sus letras, relajado y sonriente, porque tú, mi buen amigo, le llevarás este último mensaje de amor más allá de los mares. Dile que la quiero, que voy en su encuentro, pues el nuevo mundo que me acoge no conoce de límites espaciales ni temporales y que por fin estaré con ella para siempre, a su lado, acariciando su sombra y abrazado a su alma.

lunes, 14 de septiembre de 2009

SENDEROS


En un momento dado, insospechado, impredecible, inesperado, sorpresivo, inoportuno,... el camino se dividió en varios senderos. Me llamó la atención que el camino acostumbrado y concurrido se tornaba lleno de baches, piedras y espinas. A pesar de que no fuese la primera vez que me enfrentaba a un camino muy dificultoso, no me apeteció ni lo más mínimo continuar por él; había decidido que mi destino fuese otro. ¡Yo quería un camino luminoso amplio y colorido! Clamé al cielo y lo pedí con alegría y fuerza, también con esperanza, y más tarde lo seguí pidiendo con la desesperación que el cansancio causa. Y poco a poco, iba cayendo en la terrible angustia de no entender por qué el cielo no me respondía. No terminó de aparecer un camino que comprendí que era de cristal, de un cristal tan frágil y transparente que se me aparecía como invisible.

Luego descubrí los otros senderos. El primero extraño e incierto, no me acababa de convencer. Sabía, en el fondo, que adoptarlo no supondría más que una respuesta a mi necesidad. Luego estaba el otro, misterioso y bien distinto a todo lo que había conocido hasta ahora. Ni siquiera podía estar segura de si debía cogerlo. Tampoco buscaba un camino excesivamente simple, sin en el andar no aprendo y disfruto del aprendizaje, para qué caminar. El camino tenía un lado de engañoso, otro tanto de indefinido, pensé que... pudiera ser fruto de mis miedos, de creer que no sabría recorrerlo con éxito y de separarme de lo que siempre fue mi sendero natural, pero por otro lado, me intrigaba saber por qué por mucho que me alejara del camino siempre volvía a plantarse ante mis narices. Así que tomé aire y me decidí, algo me aguarda aquí y debo proseguir, lo haré despacio, pero no le daré la espalda.

Metáfora de un caminante

jueves, 20 de agosto de 2009

NUNCA SONÓ TANTO A UN DIARIO


¿Por dónde empezar? Quizás por esa misma idea, compartida por Miguel Ángel y por Omaira, bien distintos los dos, pero hay que ver cómo han venido a coincidir: estoy en el aire, soy inestable. Tienen toda la razón, he descubierto estos días que lo soy, de forma voluntaria, pero ya que considero que es debido a razones nada positivas, prefiero dejar de serlo.

Mi inestabilidad es a causa de mis esfuerzos en el pasado, como si quisiera vivir lo que no tuve. Eso es rebelarme, significa no haberme reconciliado con mi vida anterior y seguir atada a ella, aunque sea para rechazarla. Sé que tendré que recular mucho trecho y reconciliarme con mi nacimiento y nacer del todo, reconciliarme con mi infancia, mis padres, mi adolescencia y mi primera relación, pero es una tarea precisa, a la que nadie me empuja, deseo hacerlo yo, por mí, de corazón.

Entonces estaré preparada para amar, para no andar creyendo la paparruchada esa de que no merezco a alguien a mi lado, o quién va a cargar con mi pasado... ¡coño!, ¡niña!, que lo que debes brindar es tu presente y una posibilidad de futuro...

Deseo la estabilidad. No hay prisa. Lo más importante es haber comenzado el camino y conocer el destino final. Será un alivio hasta para el universo, que dejará de preguntarse: pero, en realidad, chica, ¿tú qué es lo que quieres?

Quiero paz y tranquilidad; un tiempo sin sobresaltos, para mirar el día a día, nuevo y mágico de igual forma. Quiero profundizar en mí, en el ti que ya conozco y en ese tú venidero que aún no se ha presentado sin dejar de atender también al ello. Quiero ser sin miedo, mostrando lo bonito y lo que resulta un pelín menos.

Quiero fuerza y valor y un tiempo de reposo vital con vida, sin pruebas ni sobre esfuerzos ni retos, que no hay nada que demostrar, y necesito espacio y pausa para que se agarre a la tierra la semillita de lo que hoy siembro. Los huracanes, dejámelos para cuando esté más crecidita. Mejor, no me los mandes.

Estabilidad es una preciosa palabra, no hay por que temerla. Evoca la paz del vacío interior, repleto de colores, y la sonrisa suave que reflejan ojos y piel. Te empuja a mirar arriba y respirar hondo. La estabilidad interna y externa son algo más que dones. La primera es bastante difícil de conseguir y no cabe duda de que la segunda debiera ser fruto de la primera...¿por dónde comenzar para conseguir la mía? Está claro que por...
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti , No te rindas

domingo, 9 de agosto de 2009

PERSONAJES VII

Don Jaime Chávez





No recuerdo haber estado nunca en un hospital, sin embargo permanecí en uno mucho tiempo. Corrían días duros y de mucha inseguridad, me solía decir mi madre: - No sabía si vivirías o morirías y, mientras, en la calle, todos hablaban de revueltas, golpes de Estado y guerra civil , ante la muerte del dictador. Y es que lo del don de la oportunidad es cosa mía. Sólo a mí se me ocurre venir al mundo sin señal cardíaca y cerebral, con veinte días de retraso y dando a entender que estoy muerta (para mí que andaba meditando), dando lugar a que se me sacara a lo bestia, con fórceps, para salvar la vida en peligro de mi madre, provocándome un desprendimiento de cadera, lesiones cerebrales y dañando estómago e intestinos. Fueron meses duros, para mi madre. Yo la verdad, que como no me someta a una regresión o algo similar, no soy consciente de ese primer año de mi vida.


Por aquel entonces, don Jaime Chávez era el director del hospitalito en Santa Cruz. Lo recuerdo como a un hombre flaco y canoso, de gafas, bata blanca y camisas a cuadros, que tenía su consulta en un segundo piso. Es obvio, que superada una prueba por la que nadie apostaba, y resultando que ni invalidez cerebral ni locomotriz para asombro de todos, mis visitas al médico fueron constantes y mi madre, muy inteligente, conservó como pediatra a uno de los partícipes del milagro (que algo también tuvimos que ver mi madre y yo, para empezar, en la resolución del asuntillo).


Su despacho estaba tras la puerta de madera, al fondo a la izquierda. Frente a la puerta de entrada, otra puerta mitad madera, mitad cristal ocre y ahumado, resultaba ser la puerta del misterio, la puerta por la que salía de vez en cuando una enfermera de bata y delantal, de pelo rizado y un culo enorme. Justo en la entrada, la sala de espera, sosa muy sosa: paredes blancas, dos revisteros, uno para adultos, otro para niños, y muchas de esas sillas de cuero y madera con tachones grandes a los lados que recuerdan un poco a la Edad Media o el Imperio romano, de ésas que se pusieron de moda en todos los apartamentos del sur hasta bien entrados los noventa. ¡Me encantan esas sillas! Eso era todo lo que incluía la sala de citas. Por aquel entonces, la didáctica y la pedagogía no habían llegado a las consultas de pediatría. Las esperas consistían en sentarte quietecita y callada, limitándote con un poco de suerte, a balancear las piernas y contemplar a otros que eran comparados contigo, porque gritaban, corrían, no se estaban quietos y terminaban alcanzando una torta de las de antes, de las de "como Dios manda". Quien contemplase aquella sala no diría nada bueno de don Jaime y, por juzgar solo la superficie, se equivocaría.


Cuando la enfermera pronunciaba tu nombre, pasabas a otro mundo bien distinto. Un despacho oscuro de gruesas cortinas y un único punto de luz y blancura en la esquina del fondo, con la camilla, las placas, los cachibaches y el biombo. Al lado, enormes librerías y muchos libros, en el centro, su mesa, todavía más medieval y romana, con juego de escritorio, lamparilla, elefantes, muchos papeles y lo que más me gustaba de todo el despacho, una figurita de piedra que representaba a tres monos cachondos, el que se tapa los ojos, el que tapa los oídos y el de la boca. No hizo falta que nadie me explicase qué significaba, gané la interpretación con los años. De resto, nada más en el despacho, salvo el mueble mágico, el que estaba junto a la ventana.


La cita empezaba siempre con un saludo diferente para ambas y muchas preguntas a mi madre; yo desconectaba, sabía que era el momento de comprobar si ya no devolvía y me comía el hígado. Luego tocaba ir al sector biombo y someterte a cosas frías que te recorrían el pecho y la espalda y te mandaban a respirar, palitos hasta la garganta, cosas por los oídos, peso en una balanza y toma de notas; eso sí, con las piernecitas aliviadas y liberadas. Luego llegaba lo mío, lo propio, examinar las últimas pruebas realizadas en el hospitalito, llamar a la enfermera, meterme los pies en aquel aparato tan doloroso y regalarme el caramelo mágico. Tenía truco el caramelo. Era grande y rojo, te lo metías entero en la boca y cerrabas los ojos, no podías dejar de moverlo de un lado a otro, por orden del médico. En ese momento, casi no notabas el plástico que te oprimía los brazos o las agujas que entraban por ambos. Se te hacía más corto el tiempo que permanecías así, reclinada sobre la larguísima camilla. Cuando terminaba, el comentario solía ser casi el mismo: - Con que haciendo honor a su nombre señorita, Doña Rita, Rita, Rita, la santita de los imposibles, la que lo que da no se quita, y tú has decidido quitarme a mí la paciencia antes de irte para ningún lado. Quien iba a decir que esta gallinita nos iba a salir para adelante. Entonces me aseguraba estar muy orgulloso de mí y de lo bien que me había portado, y de que estuviese haciendo caso en todo (lo más duro el hígado y las espinacas, lo más sencillo los ejercicios en la piscina). Entonces.... ¡cha, cha,chán! iba al mueble mágico que escondía de todo, y sacaba un pitufo, una figura de plástico que darme, y nunca repetida. -"Hoy te mereces al pitufo fortachón", otro día era merecedora de pitufina o de una casita, o de pitufo poeta, que conservo y llevo conmigo a todas partes, y me desordenaba el pelo, que ya de por sí lo llevaba revuelto y me daba un beso en la frente y me preguntaba por mis planes de futuro, porque alguien que se aferraba tanto a la vida algún plan tenía, y yo le contestaba ser como usted (pasé de lesión cerebral a cierta precocidad), él sonreía, pero de verdad. Don Jaime estuvo en mi vida cada diez días durante diez años. Para entonces habían remitido asma y alergia, mi cabeza andaba como ahora (algún fallo había de tener), mis piernas eran fuertes y firmes, mi estómago aguantaba de todo. Nos separamos. No lo vi más. Lo evocaba constantemente. Falleció años después, no lo supe a tiempo, lo lloré más que a mi propio abuelo. Hoy todavía lo evoco. T. A.

sábado, 8 de agosto de 2009

UN VIAJE MÁS ALLÁ DE LOS KILÓMETROS

http://www.youtube.com/watch?v=03PclNHzOK8





Anoche rescaté El Diario de una motocicleta. Quizás porque debían ser las tres de la mañana, quizás porque el día había sido largo e intenso, me resultó más lenta. Para quien no conozca esta película (un gran error) cuenta o está basada en el viaje por toda América, la América de verdad, que emprenden Ernesto che Guevara y un amigo. Uno de esos viajes que posiblemente motivaron los cambios de su vida. Como siempre, me gustó encontrar una similitud con uno de los Grandes: los antecedentes asmáticos de ambos y que, en mi caso, se convertirá en el único argumento legal posible para evitar que me pongan esa jodida vacuna anti-gripe porcina, llegado el caso y el momento.




He viajado en mi vida, no todo lo que me gustaría y ni sombra de lo que viajaré. He tenido mis viajes interiores y a las estrellas, los imaginados y otros tipos muy gratificantes. Por supuesto, también he salido puertas afuera de mi mente, por trabajo, con la familia, con los amigos, y cada uno de esos viajes me aportó recuerdos, fotos y risas, pero viajes como los de Ernesto, viajes que marquen y cambien tu vida....¡pues sí! dos y muy importantes.




Tenía veinte años cuando me enamoré platónicamente de un profesor de universidad que desayunaba dos cervezas con un sandwich mixto, estaba flaco, llevaba los vaqueros campana por los tobillos y camisetas con mensajes provocativos. Su nombre, ¡también se llama Carmelo! Él me regaló mi primer libro de Rigoberta Menchú, el de Así me nació la conciencia, en una edición que, a fuerza de ir conmigo a la playa y a saber donde, terminó hecho polvo y tuvo que ser reemplazado, que no rechazado. Todo lo que decía Carmelo, como es lógico, iba a misa. Ése mismo verano, casi por iniciativa de él, llega a la universidad información de vacaciones solidarias. Un grupo de salesianos organizaba un campamento para construir una escuela y ejercer de profesores en una comunidad peruana (ése al menos fue el destino que a mí me llamó la atención). Sin haber puesto hasta entonces un pie fuera de España, me embarqué, y por algún capricho del cielo, pasé la entrevista, las vacunas y las reuniones disuasorias. De aquí iba otro chico, Jairo, polo de color rosa y pantalón blanco fue mi primera prejuiciosa impresión. Desde la península otros cuatro, entre ellas mi adorada Cristina (capítulo aparte). Nadie me dijo que terminaría en la Amazonía, que si bien no era selva cerrada, la tenía como patio de casa. Nadie me dijo que la selva es de color rojo más que verde, que no hay fieras salvajes, sino pájaros ruidosos y monos y serpientes hasta jorobar. Nadie me dijo que las pirañas no muerden, atienden solo al olor o calor de la sangre y que puedes bañarte entre ellas, o que iba a llorar durante dos semanas: la de llegada y la de partida. No llevé cámara de fotos, ni música, ni chicles ni siquiera compresas, indicaciones de los misioneros acerca de cómo actuar entre los indígenas. Eran hablantes de español, pero tenían claro cuáles eran los errores de un mundo "civilizado" y cosas como ésas podían causar mi repudio, sobre todo si se me ocurría maquillarme o usar pantalón; lo que no entiendo es a quién se le ocurriría maquillarse allí. No lleve "avances" pero traje sabiduría y un suéter tejido a mano que todavía conservo, y ya son años. Aprendí a distinguir y comprender el rol femenino del masculino, a conocer la Biblia como un documento de estrategia, hasta bélica, que Dios existe, al menos por esos andurriales, a trabajar de sol a sol, a comer lo que se tercie, pero comer bien sabroso y sin pasar hambre. Gocé de mi primer yacuzzi, un baño de piedra, calentito y rico que habían construido. Di con los seres más maravillosos que pueden encontrarse, con personas que merecen un capítulo aparte, que la palabra raza debiera excluirse del vocabulario, y si bien a la vuelta era un ser inadaptado, que rechazaba este mundo y no sabía poner el huevo, más adelante supe cómo aprovechar las enseñanzas absorvidas y comencé a ser este yo y a buscar qués y porqués.




Años después, en lo que más verde andaba, amor, amar, ser amada, recibí mi lección. Me enfrasqué en un viaje típico con mi pareja: una gira de conciertos, actos y playas con sede en Cataluña. El viaje comenzó así, terminó con mis huesos en una casa ocupa, curando una ETS, improvisando una ruta mochilera con tres chicos y no sé qué más cosas no desveladas a día de hoy a mi madre. Me tocó aprender mucho en aquellos días, lo mejor, que era valiente, tenía coraje, era capaz de moverme por mí misma, era independiente, no precisaba de nadie para buscar la felicidad y era cojonudamente divertida. Terminé el viaje con una ruptura sentimental, dando consuelo al ex-, al que no vi sino en el vuelo de vuelta, haciendo amigos que merecen la pena y con la autoestima reestructuradita que daba gusto.




De ambos viajes guardo diarios, es más de casi todos guardo mis diarios, ¡exacto!, igualitico que el Ernesto. Quién sabe, tal vez un día te los dé a leer. A mí me gusta volver a ellos casi como un oráculo, y abrirlos por una página al azar, y encontrar una respuesta propia a una inquietud actual.




Lo único que ahora sucede es que cualquier viaje no es lo mismo, cada desplazamiento mío debe convertirse en algo más que un traslado kilométrico y, si bien me encantan los que simplemente te permiten disfrutar y desconectar, preciso de los que te crecen, de los que llenan y cambian el rumbo de tus vidas.




¿Queréis comprobarlo? Esta peli puede resultar un buen ejemplo, antes de pasar, de nuevo, a la práctica. Yo me quedaría con dos fragmentos: el que os pego, un hombre que, no es solo el río lo que está atravesando. Corta el día de su cumpleaños con todo lo anterior y se mete en el agua. Está oscura, no tiene ni un camino ni orientación clara, pero el conoce la meta, no hay problema, y no teme, ni al asma ni al cansancio ni a los animales, no teme y vence. El otro, el de una pareja de indígenas peruanos con los que se cruzan de camino a unas minas, y que fruto del caciquismo y la explotación andan buscando trabajo a riesgo de sus vidas: "Bendito tú, que no viajas en busca de pan, bendito seas"

miércoles, 5 de agosto de 2009

TRISTE NOTICIA



FALLECE VICENTE FERRER



Nueva Delhi (EFE).- El cooperante catalán Vicente Ferrer falleció a la 1:15 de esta madrugada (hora peninsular en España) en su domicilio en Anantapur (India), a causa de un agravamiento de los problemas respiratorios y cardiacos que venía sufriendo en los últimos meses.



"Dar dinero a los pobres consuela a los ricos"11/05/1999: "India me enseñó el placer de dar"04/05/2000: "La noción de las castas está tan metida en la psique india que no desaparecerá nunca" 22/05/2002: "A Dios se llega con acción, no con libros"11/01/2009: El infinito universo de Ferrer. Entrevista: "Yo vine a la India para convertirme"

El cooperante, de 89 años, ingresó el 19 de marzo en el hospital de Anantapur y, tras ser trasladado a Vellore, fue dado de alta el 25 de abril para seguir la recuperación en su domicilio, donde sin embargo en los últimos días su estado de salud había empeorado. La Fundación Vicente Ferrer cuenta en España con más de 155.000 colaboradores. Ferrer alumbró y lideró una organización homónima con fuerte carácter humanista que ha beneficiado a 2,5 millones de personas del distrito de Anantapur, una de las zonas más pobres, con más de cuatro millones de habitantes. Nacido en Barcelona el 9 de abril de 1920, Ferrer pasó su infancia entre la ciudad condal y Gandia. En Mumbai puso en funcionamiento diferentes procedimientos de organización entre pequeñas cooperativas para abastecer de agua a la comunidad y fomentar los cultivos, construir un hospital y escuelas para casi un millar de personas. Los dirigentes del país le miraban con recelo porque chocaba con sus intereses,
y recibió una orden de expulsión en 1968, dándole 30 días para abandonar el país. Esta decisión generó diferentes movimientos sociales y políticos que desembocaron en el anuncio de Indira Gandhi, primera ministra del país, de que el padre Ferrer podría volver en un corto espacio de tiempo después de su expulsión. A su regreso, junto a seis voluntarios, decidió instalarse en una de las regiones más pobres y áridas del país: Anantapur, donde la escasez de agua, la desertización y la falta de educación eran alarmantes. En 1996 creó la Fundación Vicente Ferrer para asegurar la continuidad económica del proyecto, que hoy cuenta con más de 155.000 colaboradores en España. Su campo de actuación en Anantapur se mueve en los ámbitos de sanidad, vivienda, educación, personas con discapacidad, mujer y ecología.

Ésta noticia pertenece al 19 de junio. No la vi en la tele, ni telediarios ni especiales. Hoy vuelve a mi memoria pues entró en mi correo un bonito homenaje a un hombre bueno y grande, que no se fue ni se irá de este mundo, porque la semilla de los varios de millones de personas a las que les cambió la vida, seguirá creciendo. De quien sí sé mucho es de Michael Jackson, no tengo nada contra el "rey del pop", pero me tiene saciada su familia, su fantasma y sus discos, que durante años permanecieron en silencio, y ahora... Solo con los derechos de autor de estos días han pagado sus deudas, pero ¿y la deuda moral que este bendito planeta y su Humanidad tiene contaída con Vicente? ¡Su obra personal, sus libros, sus declaraciones, su ejemplo , sus apadrinamientos!,... por favor potenciemos éstos que, al fin y al cabo, los derechos de autor de su labor repercuten en calidad humana.

Egoístamente, una cosa más, siento tu muerte, maestro, por mí, porque la India que conozca no tendrá ni tu voz ni tus ojos, ni podré caminar contigo y crecer entre tus Intocables.





martes, 4 de agosto de 2009

QUIERO...


(por y para Susana)

... creer que todo es posible, que en mí reside la fuerza para vencer y sonreír.


... alumbrar mi camino con luz propia.


... ser la verdad más firme y cierta.


... desear que todos tus deseos se conviertan en realidad, y formar parte de ellos.


... aportar lo mejor, pues no encuentro qué otra cosa te puedo dar.


... que una palabra mía baste para sanarte, pero que no la necesites.


... que mis pensamientos cobren vida y bailen divertidos con los tuyos, diferentes.


... confiar en mí tanto como tú has depositado tu confianza y tanto como yo confío en ti.


... caminar a mi ritmo, sin empujones ni empujarte.


... amarte por tus defectos y por tus virtudes, como a un ser real y carnal que despierta en mí el equilibro de la también hermosa normalidad.


... escuchar qué dice tu corazón, pues el mío no calla nunca y ¡es tan hermoso!


... no tener miedo a querer y querer que me quieras sin miedo.


... que todo fluya sencillo que solo exista el hoy porque el tiempo nada puede quitarnos.


... quiero estar en ti, porque desde que lo estoy, hay más en mí por ti y sin embargo por nada.


... quiero, quiero, querer, queriendo, quererte, quererme, querernos, quiero.

lunes, 3 de agosto de 2009

BREBAJE


El Tantra es una filosofía y una forma de vida. En una de sus muchas facetas, persigue y sostiene que la verdad última reside en la total compenetración de la energía masculina (Shiva) con la energía femenina (Skakti). A través del tanta conseguimos hacernos más conscientes. Éste es justamentente su significado: tra "expansión de la consciencia". Tiene muchas vertientes, una historia kilométrica y como en todo, seguidores famosos, como Sting. Tiene escuelas y tratados, maestros y alumnos. No debe ser sinónimo de sexo, usemos palabras mayores; por ello es que hoy me apetece dedicarle un espacio.


Se sostiene en el Tantra que, durante una relación sexual completa, los cuerpos se funden en correspondencia de los polos opuestos de cada uno, cerrando una especie de circuito eléctrico. La energía masculina fluye desde el pene en la vagina, y sube hasta el corazón de la mujer. La energía femenina responde a través de los pechos y de ahí se transmite al corazón del hombre, descendiendo hasta su centro sexual. Se forma así la unidad completa entre la pareja y las bioenergías que circulan tienen el poder de crear una luz brillante que el tantra denomina "círculo de luz"¡¡¡Toma física!!!


Como en todo buen arte amatorio que se precie, en el Tantra existen brebajes y aceites especiales que persiguen mil y una funciones. No, no seré mala, os dejaré alguna receta aprendida que pueda asegurar ya que funciona, pero es que otros brebajes esconden mayor y más poderosos poder. En la sexualidad tántrica, una de las cosas más importantes resulta el controlar la eyaculación. El esperma contiene la conciencia, no es cuestión de andar desperdiciando tan vital energía antes de tiempo. Todos coinciden en que esta energía nutre y beneficia al cerebro y claro, dado que el orgasmo masculino, casi necesariamente consiste en perder toda su energía, enseñan cómo absorver conscientemente los brebajes del otro para que esta asimilación recíproca los cargue e iguale.


Dicha absorción recíproca se conseguiría retrayendo ligeramente la vagina en el momento del orgasmo, para que el glande absorva las secreciones femeninas, o no saliendo apresuradamente del cuerpo de la compañera al final del coito; cuando la erección ha desaparecido, el miembro se queda blando y dispuesto a recoger de forma natural sus secreciones. Luego están las formas orales de toda la vida...


Sé que llegados a este punto más de uno piensa en un sexo sin riesgo, que parece contradictorio a esta práctica, mi pregunta ¿os imagináis practicando Tantra con un rollito?, o en la homosexualidad (el tantra habla de energías femenina y masculina). Sea como sea , es una forma de recordarnos que somos mágicos y que la alquimia ya la llevamos en carne y espíritu, pues no existe receta mejor que el néctar de placer producido por el otro.


Para los curiosos o los que gustan de algún estímulo, os paso una receta de infusión afrodisíaca. Si gusta, ya me pediréis aceites, ritos y masajes, que últimamente parezco la hierbas... este vaya como prueba.


Inevitablemente nos pasamos por el herbolario: compramos corteza de canela, cardamono verde molido, raíz de gengibre machacada, pimienta negra, clavos de olor, nuez moscada y azafrán. Ponemos a hervir la mezcla, a fuego lento, diez minutos. Luego se cuela y se le añade el ginseng, dejando reposar, y se toma al gusto, caliente o fría, con un poco de miel. Mucho más divertido si se comparte a sorbos de boca a boca, se lame... Abstenganse de probar las parejas cuasi rotas o sin imaginación, que donde no hay o no queda, poco milagro puede esperarse.
Sí creo que será conveniente añadir cantidades, por si os da "sobre dosis":
igual cantidad de canela y cardamomo
punta de gengibre
9 granos de pimienta
3 clavos
pisca de azafrán y nuez moscada
una raíz de ginseng

domingo, 2 de agosto de 2009

OBSESIÓN

¡Qué palabra más fuerte! ¡Cómo me ha seguido en estos últimos días! Muchos definirían la obsesión como un martilleo que se instala en tu corazón y tu cerebro, mientras va repitiendo su constante y repetitivo ritmo, y poco a poco, va marcando, condicionando, adulterando, todos los aspectos de tu vida: tu paso al andar, los movimientos de tus manos, tus sentimientos, tu aspectos físico, tu manera de relacionarte, lo que dices o lo que dejas de decir. Como el estómago rumiante de una vaca, arriba, abajo, arriba,... sin dejarte actuar libremente, condicionando lo que recibes y lo que das, agobiando todos los segundos de tu existencia y haciéndote creer que el camino que sigues es el correcto, no puede existir otro mejor.

Esa definición no estaría mal, encajaría con la falta de aire y de cordura que puede provocarnos en algún momento, cualquiera de nuestras obsesiones, pero es que da la casualidad que en estos días me ha dado por considerar a la obsesión de otra manera, como una mujer con tendencia a teñirse el pelo.

No, no desvarío. Para mí la obsesión a veces se tiñe de color rojo la cabellera y viene de frente, a por todas, sin medir las consecuencias de sus actos. Es que cuando el mundo se ve de color rojo... ¡no siempre tiene Feng shui! Esa pelirroja persigue sin tregua a los que dicen no a sus antojos, y llega a transformarse en acoso, persecución, órdenes de alejamiento, juicios, denuncias, agresiones, asesinatos, atentados... Llevan de rojo su obsesión los hombres que pasan a convertir a sus ex-parejas en números-víctimas de un telediario; o los terroristas de este país, que han transformado ideales en muertes injustificadas y conmemoraciones estúpidas. El 28 de julio celebraba ETA su 40 aniversario, ¡anda que tengo un amigo que va a celebrar bonitos sus cumpleaños!, ¡él de por sí también es la bomba!

A veces la Obsesión opta por teñirse el pelo de negro. No consigue ver más allá de su melena y no admite otra perspectiva de la vida. Y aunque se presenta menos violenta, ése no, y no, y que te digo que no, le causa grandes daños, porque es incapaz de contemplar un poquito más adelante y darse cuenta de la luz que la rodea. No, ella empecinada en que su sistema de vida es el único válido, y otros danzando y riendo en las fronteras de su reino. De negro se tiñen las obsesiones que se empecinan en seguir al lado de una persona con la que no se es feliz, ni a la que somos capaces de aportar felicidad, los que se regodean en un dolor o una responsabilidad que ni tan siquiera les pertenece, los que entablan deudas vitales muy extrañas, los que se atan a un pasado o una desesperanza al estilo de la Penélope, y terminan contagiando su negrura a quienes se acercan y no están preparados. De negro se tiñen los que solo miran al cielo, olvidando que es de color azul y no viste sotanas ni burkas.

En otras ocasiones, Obsesión se tiñe el pelo de naranja. Le queda fatal y provoca que ande saltando como una cabra de un sitio para otro. Se toma las cosas demasiado a pecho y no parece ni real. Es la obsesión de los adictos al físico y al deporte, la obsesión de los excesivamente sanos, alegres, puritanos, vegetarianos, espirituales, alegres, de los que se convierten en friquis dentro de lo que podría ser un gusto o una afición, ¡sin más!

También ocurre que Obsesión se haga mechas y termine teniendo una mezcolanza un pelín mas suave, pero repetitiva e igualmente dañina. O que ande buscando colores nuevos sin abandonar nunca lo esencial, no deja de ser obsesión y tinte.

Se me ocurre que lo mejor que podemos hacer contra ella es intentar que al menos sean baños de color, que se vayan con los lavados, o frotar fuerte, fuerte la cabeza y buscar lo natural. Si se pone persistente, pues un buen rapado que incluso está de moda. La cosa es no darle importancia ni dejarla crecer en ninguna de sus facetas, que somos valiosos e inteligentes y sabemos cómo alcanzar nuestros propósitos desde la calma.

¿Cómo?, como siempre la respuesta reside en el chocolate: en caso de presunta sintomatología de obsesión, en cualquiera de sus manifestaciones, introduzca un cremoso trozo de chocolate en la boca, si es grande mejor, y dedíquese a saborearlo con calma, paladee su textura, su sabor, su aroma, muévalo despacio y disfrute, céntrese en el chocolate únicamente, pero cuide de no convertirlo en una obsesión; consejo de una ex-chocolate-adicta.

viernes, 31 de julio de 2009

CORTITO Y CONCISO

INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocos cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría menos riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendrá más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría; pero, si pudiera volver, trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora. Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas. Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.


JORGE LUIS BORGES

martes, 28 de julio de 2009

MEDITANDO DE ESPALDAS A CRISTO


La imagen era otra distinta a la de esta foto. El lugar podría coincidir, idéntica campiña irlandesa y cristiana,... mas la foto que se me quedó grabada en la memoria, plasmaba un sentimiento bien distinto: una foto en color sepia, de los años cuarenta, en ella, un hombre sentado en un pequeño montículo, en medio de campos verdes y amarillos da la espalda a un enorme crucifijo, que está allí, en medio de la nada. El hombre medita de espaldas a Cristo.
Me preguntó por qué y enseguida encuentro respuestas: no robarás, pero resultaban por aquellos años, ser los dueños de las tierras que sus hambrientos campesinos trabajaban; humildad y disciplina, pero lo traducían en banquetes, joyas artísticas, y cruentas palizas y torturas; no desearás a la mujer del vecino, ni fornicarás, solo procrearás, sin embargo, ellos violaban a los niños que estaban bajo su responsabilidad sagrada y mantenían relaciones con monjas, que luego abortaban y enterraban a sus fetos en los bajos de los conventos. ¡¡¡Y prefiero no plantearme la de pajas que se harían con las confesiones...!!!
Estudié en un colegio de monjas, recuerdo haberme aprendido toda la homilía y el rosario, un par de vidas de santos, los mandamientos, los sacramentos, e incluso haberme creído que era hija de Adan y Eva. Luego, claro, me vino la edad del juicio, y la del desuso; comencé a pensar y me manifesté a favor de Darwin y sus monos, para desmayo de mi catequista y sorpresa mía, que lo que no entendía es cómo un adulto podía sostener ser hija de una mujer que solo tuvo dos hijos varones, de los cuales uno le salió rana, practicaba el nudismo y tuvo que concebir con el que le quedó vivo, o si no a mí que me expliquen cómo siguió la cadena...
Pues eso, que estudié con señoras vestidas de negro, que llevaban el pelo corto como un chico y camisones muy largos (también estuve interna), te conducían con uniformes a rayas en fila por los pasillos marcando el paso y te obligaban a comer el pollo con cuchillo y tenedor sin mojar pan ni mezclarlo con el puré. Ellas me enseñaron a cogerle cierta trisca a los cuadros de las vírgenes, dado que pasarte horas delante de ellos era su castigo, o que la tortura puede practicarse en los ochenta y los noventa, pues ponerte de rodillas sobre maderas o bancos finos no sé cómo se le puede llamar... También aprendí que si cantas como un angelito, te saltas clases y recibes bombones en las bodas a las que llevan al coro. Pero no fue todo malo, ni mucho menos, ¡cuántos recuerdos maravillosos! Conocí a mi primer Dios junto a ellas. Las había de todo tipo y en particular, tres eran seres fantásticos, de la new-age monjeril: la hermana Carmen, dulce, con una gemela también monja y también con esos preciosos ojos azules, la hermana Consuelo (la yeye) y la anciana y cariñosa hermana Francisca (habría sido una madre estupenda). Ellas me transmitieron un Dios al que se le hablaba de tú a tú, se le cantaba y se le colmaba de colores y sonrisas. Luego, llegó él, mi primer gran influencia, Jose-an Garmendia, un jesuíta vasco que murió como deseaba, en las misiones, que tenía estudios para dejar callado a medio mundo y gastaba su dinero en crear una especie de cadenas de favores en la cual, él pagaba los estudios a personas desfavorecidas que, tras su éxito le devolvían el dinero que se reinvertía en nuevos estudiantes. Él me enseñó que en un dialecto africano puta significa "herida" y cómo eso le hizo sonrojarse más de una vez ante las niñas. Me enseñó que, cuando prestas atención y fuerza a un débil y lo levantas, estás levantando al mundo; y me habló de budismo y santería, de brahamanismo y ciencia, de filosofía, y me ayudó a llegar a mis propias conclusiones, sin miedo a que me apartase de Dios. La primera a la que llegué: este hombre sí es digno de dios y ese mismo dios ya puede sentirse orgulloso de cómo eleva su Palabra. Jose-an jugaba al brilé que era un fiera y al tenis. Vestía de camiseta. Era gordito, anciano y feo. Hacía iglesia. Lo amo, aún hoy lo quiero.
Y siento con dolor el que durante miles de años la iglesia se haya empecinado en destrozar un mensaje maravilloso, y que digan chorradas acerca de condones y abortos todavía hoy, y que existan papas y Roucos Varelas, o como sea (¿os habéis fijado que recuerda a Roco Silfredi? el nombre, digo, yo a veces me lío entre el cardenal y el actor porno, me suenan campanas con sus nombres, pero sin saber de dónde vienen, por algo será...).
Y siento que no existan mas Jose-an y se les de su lugar apropiado, porque en manos de seres espirituales, de verdad, esto habría ido a mejor hace muchos siglos. Prefiero los Osho que me invitan a encontrarme y conocerme hasta el punto de desarrollar la confianza en mi yo interior con certeza. Pero no, lo único que hacemos por estos andurriales celestiales es prohibir de manera hipócrita y alejar a todo el que no sea mujer, mayor de cincuenta o votante de derechas muy derechas. Lo que más me fastidia es cómo encima miran por encima del hombro a los integristas islámicos y los condenan. Yo no les veo ninguna diferencia, solo que ellos nos llevan 622 años de retraso mahómico y están en su plenitud, veremos qué tal dentro de unos siglos. Que si volvemos la vista atrás 622 años, quizás nos encontremos asesinatos a pedradas, o quemadas en la hoguera, violaciones, torturas, anulación de derechos, masacres de retrasados mentales o locos, robos, expolios, miedo, amenazas, guerras en nombre de dios,.... ¡cómo para no meditar de espaldas a Cristo!
Que nadie se preocupe, supongo que esto se me terminará quitando a medida que bajen las temperaturas. Bye!!!!!

lunes, 27 de julio de 2009

¡¡¡¡¡¡MUJER!!!!!!

Pudiera empezar a escribir de mil formas distintas: comenzando por mi experiencia personal, la de mi madre o la de mi abuela, comentando los resultados de la última encuesta que incluí en el blog, y que tantas pistas nos dejaba acerca de cómo concebimos el amor,... O podía rescatar a una de tantas mujeres maravillosas que han intentado hacer de mi vida algo mejor, y decidí que empezaría por aquí, por el retrato de una mujer hermosa que cuestionó hasta el último día de su vida la palabra del hombre que dictaba al mundo.



Podéis seguir leyendo con tranquilidad, no daré un discurso feminista ni mucho menos, no soy feminista, serlo significa infravalorar al hombre y considerarlo el causante de todos nuestros males, o querer hacer su vida; nada de esto lo sostengo ni lo deseo. Es más, en muchas ocasiones admito que somos las mujeres nuestras mayores enemigas y las que copiamos del hombre solo lo peor en busca de una falsa igualdad.



Regresando a mi heroína, mi hasta ahora enigmática heroína, permitidme que os presente y hable de Alice Paul, una cuáquera nacida a finales del siglo XIX en Estados Unidos, que luchó a riesgo de su vida por el voto de la mujer, por el derecho a que pudiera estar representada en las leyes que sí debía cumplir, en los trabajos que se le obligaba a ejercer sin protección,...Y fue una lucha que puso en peligro su vida, porque el presidente Nixon, que en ese momento se declaraba en guerra contra Alemania por estar privando a Europa de libertad y democracia, ¡manda huevos!, quiso acallar las incómodas voces de esas mujeres, encarcelándolas por ¡obstrucción del tráfico!, aislándolas de todo abogado y contacto exterior y sometiéndolas a torturas cuando se declararon en huelga de hambre. Ganaron su lucha (ojo con el determinante posesivo "su") y consiguieron el voto en 1922. Para entonces, países tan cerrados e incivilizados a los ojos americanos como Nueva Zelanda o Rusia, lo tenían concedido desde hacía décadas. Alice Paul prosiguió en su lucha por los derechos de la mujer hasta el día de su muerte en 1977, pero a costa de su vida (me habría gustado ver su cara en temas como aborto, maltrato o "condena" por violación).



Ella partía de la idea de que hombre y mujer son iguales de corazón. Si el hombre desea tener un lugar en la sociedad, gozar del respeto por lo que su trabajo aporta, que su esfuerzo sea tenido en cuenta, ¡la mujer no deja de ansiar lo mismo! Sin embargo, Alice dedicó sus días a convencer a otros de ese derecho cuando no debería precisar, si quiera, de una defensa, y hubo de hacerlo a costa de su propio corazón. ¿Por qué? ¿Por qué mujeres como Alice Paul se han visto condenadas a negarse una vida sentimental plena para que otras seamos consideradas personas? Sus días se centraron en su lucha, y no pudo gozar del amor de un hombre que compartiese su sueño, y de la crianza de unos hijos. Aunque no deja de ser predecible, por cierto, ¿qué hombre lo habría entendido? ¡Oh, no!, nada de colocarse en posturas políticamente correctas ahora, ninguno lo entendió, porque aún hoy ninguno lo comprende.



No soy Alice Paul, gracias a Dios, ella me ha allanado mucho el camino, pero tampoco soy ni mi madre, ni mi abuela, negadas en multitud de derechos y críticas con muchas de mis posturas; ni soy mi vecina,... pero soy un ejemplo de lo que afirmo con convicción y hasta con cierta rabia. Soy una mujer independiente económicamente, tengo mi propia casa y coche, mi trabajo y mi horario de entrada y salida. Dicto quien entra en mi vivienda y en mi cama. Decido cómo y cuándo has de salir de ambas. No doy explicaciones diferentes, seas hombre o mujer; tampoco distingo mis palabras o mi actitud. Y si contigo hablo de forma natural de cómo guisar un pulpo sin agua, también lo haré de sexo, de sus virtudes y de mis gustos. A los ojos de mis tíos y tías, de algunos primos, colegas y de excompañeras de instituto soy una fulana, puta, mujer de poco fiar o cuantos sinónimos se te ocurran. Para los hombres más educados, alguien que tiene problemas para comprometerse; para los que permanecen todavía en la fase troglodita, una lesbiana reprimida o un marimacho (más si le añadimos que me gusta la cerveza, el porno y el esgrima).



Creo que se está errando el punto de vista; con todas. Verás, cierra los ojos, olvida que soy una mujer y escucha de nuevo mi discurso: tengo casa, coche, trabajo, hablo de cocina igual que de sexo, me gusta el porno y la cerveza y yo decido en mi vida y mi cama. Respuesta: ¡joder! tío tú sí que sabes vivir, ¡partidazo! etc...



A todos los discursos y opiniones que anden brotando, les recordaré algo, las palabras de Alice Paul: mi corazón es igual al tuyo y tiene las mismas necesidades. ¿Qué no me comprometo? ¿qué es compromiso para ti?, ¿vivir solo para satisfacerte, dejar mi tiempo por el tuyo, mi crecimiento por el tuyo?, entonces ¿qué es lo que te atrajo de mí? No sería mi don de superación o lo activa que resultaba, no fue por mi inteligencia o por mi ingenio, por mis ideas propias o mi capacidad de dar, de aprender, porque si fuera por eso, ya habrías reconocido que me comprometo, y con algo tan maravilloso como la vida, y no andarías cambiándome y criticándome. Mi compromiso va con aquéllos que me aportan, o ¿es que acaso existen corazones valientes que se acercan a quienes le roban su fuerza?



Y no acepto sacrificios, no quiero mártires femeninas, que la igualdad de corazón es un principio natural. No quiero que me convenzas de que sin ti no puedo vivir, ¡mentira!, vete con tus inseguridades a otra cultura o a la consulta de un psiquiatra. Lo siento, no me cabe en la cabeza,... y no hablo de integrismo, ni Áfricas remotas, ni países árabes ni leches. No me cabe en la cabeza las niñas de quince años que no salen sin permiso del novio, ¿¡novio?!; las esposas que no se plantean que ellas también pueden divertirse el sábado noche con amigos, y creen que el paseo del domingo con el señor esposo y los niños es todo su derecho a vida social; las que me consideran un fracaso por no empujar ya un cochecito de bebé; los que dan por hecho que comer en casa es la antesala de un polvo, porque es el mensajito que estoy mandando a gritos y ya se sabe de las que... Los que cargan sus complejos contra mujeres a las que no pueden mantener, a las que tienen que conquistar y convencer de que sus vidas compartidas pueden resultar aún más enriquecedoras de lo que lo son por separado, prefieren de estos argumentos.



Soy mujer, a parte de profesional, o amiga, o amante, o hermana, o hija, soy mujer y no es un papel que tenga que representar, es una característica fisiológica y sexual, con la que nací. Es que fuera de mi DNI, que también resulta tener una, me salieron dos xx, dos tetas con cierto volumen y labios inferiores a parte de los superiores, pero es que de resto, ya está, no veo mayor diferencia. Ni soy sensible, ni soy sensata, ni soy cariñosa, ni soy nada por ser mujer. Lo soy como persona, fruto de sus opciones y experiencias. Y hay hombres más sensibles que yo, y más responsables, que se le dan mejor los niños y fabulosos en la cocina, y que planchan mejor las camisas, y hasta los hay que les gusten las canciones románticas que a mí me ponen los pelos de punta. Pero no creo que se distingan más que por ser personas, personas.



Lo siento Alice, desde tu tumba sin letargo; conseguiste derechos que hoy me permiten, por ejemplo, expresarme como lo hago en este blog, pero no hemos logrado algo todavía, mi pequeña, tu ley de corazones con igual necesidad, reconocimiento y posibildad no acaba de comprenderse del todo, porque si no, todas las que estamos leyendo estas líneas, no sentiríamos cómo aún se nos cuestiona y se nos etiqueta. Gracias.

sábado, 25 de julio de 2009

ME GUSTA...



¡ME GUSTA...!



http://www.youtube.com/watch?v=hAxiPFE6pqM


... dormir desnuda, acariciada por el tacto de las sábanas


... recorrer la casa, mojada, envuelta en una toalla.


... hacerme muecas ante el espejo.


... andar descalza por las calles.


... robarle besos a la policía, sobre todo si es guardia civil.


... sonreírte para que me devuelvas una sonrisa.


... mancharme los dedos de helado y chocolate.


... ponerme contra el mar para que me acaricie el rostro.


... llorar de alegría, de alivio, de paz, de luz.


... hablar con los animales, los objetos, las plantas.


... saludar al amanecer al norte, al sur, al este y al oeste.


... ver lo bonito de la vida.


... sacar lo mejor de cada cual y regalar piropos sinceros.


... bailar y girar y bailar y saltar.


... baños interminables con muchos olores.


... la gente que huele dulce.


... el incienso, la hierba mojada.


... la luz de los farolillos en una noche de verano.


... los tejados.


... que creas que no soy real , sino un personaje fantástico fruto de tu imaginación.


... jugar contigo, ser tu aventura y reto a pesar de que te ame profundamente.


... amar sin más, sin esperas ni intenciones.


... sentir en libertad, pensar y actuar con libertad.


... el desayuno tranquilo y mimado.


... dar mimitos.


... chapotear en las fuentes


...las pelis antiguas y los musicales.


... fantasear con ser una diva de Hollywood.


... reír y reír y que te rías conmigo.


... abrazar y mordisquear


... el sol y la luz.


...las noches de estrellas


... dormir con las puertas abiertas y la visión de la luna

... pintar y dibujar lo primero que se me venga a la cabeza.

... leer cabeza abajo con los pies sobre el sillón.

... pensar bajo el agua.

... mancharte la nariz con salsa.

... jugar.


... tú


¡me gusta...! ¿qué te gusta?

viernes, 24 de julio de 2009

RECORTABLES DE... PLACER

http://www.youtube.com/watch?v=fhUD6sw6lyM

JARABE DE PALO. Salen al escenario vestidos de frag o chaqué, guapos todos, pero ¡qué bueno está el batería! Un chico de veintimuchos, de aspecto vampiresco toca la guitarra como un maestro ¡quién fuera guitarra! Un cubano, negro, con un estilo insuperable te traslada a un universo paralelo cada vez que acaricia el saxo. El ambiente, genial, su voz , inconfundible, las canciones suenan mejor que nunca, las letras resultan más sabrosas y positivas, y la música... ¡ah, la música!, ¡¡¡¡un ORGASMO MUSICAL MARAVILLOSO!!! ¡¡¡¡UHMMMM!!! Quién pudiera sentir como con esta música que se te cuela bien adentro, donde ningún tío alcanzará jamás y son mejores sus cosquillas...

PERSONAJES VII

CARMELO




No resulta del todo cierta la afirmación de que la familia no se escoge. Carmelo es primo mío por partida doble, y hasta triple; me siento muy orgullosa de poderlo decir. Su padre es hermano de mi madre, su madre es prima hermana de su padre y de mi madre, es decir, es mi primo hermano por parte de su padre y mi primo segundo por parte de su madre, he aquí la partida doble, pero además es una de las personas a las que más quiero y admiro, y he aquí nuestra partida triple.


Hace muchos años, cuando asuntos familiares me llevaron a pasar unos días en su casa, yo contaba con ocho o nueve años, él tenía doce más. En esos días lo conocí de verdad y empezó a quererlo, en aquellos instantes, me habló y trató como a una igual, ¡y me enseñó a preparar mahonesa! Supe que ese tipo me gustaría, por y para siempre. Luego llegaron años en que yo buscaba un modelo y él vivía como le salía de los cojones: manifiesta su homosexualidad, su necesidad de ser libre y creativo... Pasó por etapas de mochilero, de guía turístico, de drac, sea como sea, él siempre estuvo en búsqueda, fue auténtico, y yo, pues sonreía, esperando noticias de mi aventurero favorito y sintiéndome cada vez más y más orgullosa de él. Recuerdo que la primera de las tres veces que he golpeado a alguien fue en su defensa. Regresábamos del instituto caminando a paso de "no hay prisa" un grupillo de chicos y chicas, entre ellos, el troglodita de mi primo Benigno (anda que el nombre...). Señaló para su casa y dijo: -ahí vive mi primo el maricón, añadió la expresión "¡qué asco!, y escupió. Acto seguido, recibió el tortazo más sonado que he atizado en mi vida. Un tortazo que venía a representar "¡imbécil, homófobo, animal!" y otras tantas lindezas algo más difíciles de transmitir con palabras. Desde entonces le gusté, estuvo una temporada detrás de mí (siguiendo una extraña tradición familiar y demostrando que los tíos son idiotas).


Pasan los años y Carmelo y yo somos "igualados" por la vida. Los acontecimientos personales de cada cual nos acercan a similares sendas y nos vamos reencontrando como amigos y confidentes, como personas que dan y reciben, porque sus vidas aportan libremente dones, regalos y enseñanzas que no pueden ser consideradas un casual. Y nos vamos moviendo en los círculos del reiki, el conocimiento de uno mismo, la libertad, los puntos de miras abiertos al conocimiento y la eliminación de prejuicios, el humor, el amor. Con él aprendo y comparto los viajes que me trasladan a los lugares más personales de este planeta y a los rincones más escondidos de mi alma. Y nos reímos, que el chascarrillo familiar tiene mucha guasa, y nos metemos el uno con el otro, ¡adoro chincharlo!; y sabemos cuando tocar a la puerta y cuando decir no.


Hoy, por alguna razón causal, ha sido uno de esos días de encuentro. Él está guapísimo, genial, porque su belleza emana de su luz interior. Ha decidido abrir la caja de Pandora de sus emociones y después de un par de décadas sin llorar y taponar, ha podido liberar muchos sentimientos traducidos en lágrimas de verdadera felicidad. Ha comenzado ha reordenar su vida física, artística, sexual y espiritual, curiosamente, a la par que yo me iniciaba en una fase de lo mismo. En medio de la conversación, me ha soltado un buen montón de verdades que, sin ir dirigidas a mí, sabía perfectamente que me serían de provecho, muchas ni las recuerdo, pero brotarán sin duda alguna ni tampoco esfuerzo, en el momento adecuado.


Lo que sí me ha comunicado y deseo compartir con vosotros, mis amigos, es la dieta del perdón: un ejercicio revelador solo apto para valientes que persigue perdonar o perdonarse. En mi caso, lo iniciaré como un auto-perdón que, si bien nunca tuve muy claro si hay gente por ahí a la que tenga que perdonar las putadas que me hayan hecho, creo que me será más sencillo perdonar cuando lo haya hecho conmigo misma, misión de las duras, duras. Pero no me lío, ahí va la dieta:


Durante siete días, escribiremos, cada día, 70 veces, la siguiente oración: Yo, nombre y apellidos completos, me perdono. Nuestra cabecita, a medida que la oración se repita, se irá abriendo a recuerdos, emociones e impresiones increíbles, nuestra letra cambiará, porque también lo estaremos haciendo nosotros, quizás para siempre... El ejercicio nos abrirá caminos y puertas que nos ayudarán a encontrar respuestas y salidas que perseguir, auténticas, firmes. No he probado, comienzo hoy y casi seréis testigos de mi evolución, pues puede que se plasme en mis escritos, en la ausencia de ellos, o a saber,... pero él me asegura que es para no arrepentirse y os aseguro que mi confianza y admiración por Carmelo es tan plena que, aseguraría a todo riesgo que sea cierto. Carmelo es ante todo un hombre valiente que no ha temido jamas mirar dentro y encontrar, solo por eso siento que está muy por delante, en madurez y capacidad de amor, que la mayoría de la población de este planeta y que se le puede capacitar para que actúe hoy como nuestro guía. Es un ser mágico e intuitivo que merece la pena seguir. ¿La receta?, todavía más, sobre todo teniendo en cuenta el mucho bien que nos hará. Pero, ¡ojo!, solo se inicie con seguridad, sin temor ante lo que nos podamos encontrar, ya que la verdad a veces es difícil de asumir y muchos vivimos un engaño disfrazado que, si se torna transparente y doloroso... ¿qué excusa inventaremos para no salir de el?


Carmelo. gracias, te quiero, eres mi luz, mi chico especial, mi sonrisa picarona y la prueba viviente de que la nariz de los Quintero es una seña de identidad claramente hereditaria.

martes, 21 de julio de 2009

COGER

No podría ser lesbiana. Padezco una de esas alergias terribles que provocan hinchazón, que te vuelvas de color morado, dejes de respirar y puedas morir en cuestión de minutos, y es a causa de las almejas y otros moluscos con concha. Su sola visión ya me marea, el olor a lapa, berberecho o mejillón me puede. Pero no niego su parecido; no disiento del cómo esas cosillas evocan en mi imaginación vaginas y vulvas. Entiendo que se corresponda con una de las acepciones semánticas de los argentinos. "O sea, que tenés una mina con una almeja alucinógena", le pregunta un personaje de la última de Subiela a su hermano, el protagonista. Y yo pienso en que no deja de ser cierto... tenemos almeja y mi alergia debe ser por ello signo de heterosexualidad.




Eliseo Subiela es un genio, un prodigio de la imagen, la historia y la poesía. Si ya en sus dos partes de EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN casó como nadie el humor, con el arte, la poesía el sexo y la sensualidad, en su última película, recién estrenada, NO MIRES PARA ABAJO, se ha superado. No dejé de sonreír ni en un solo segundo.




El padre del protagonista, un chico de 19 años que trabaja con su hermano haciendo lápidas y con promociones publicitarias en las que lo mismo actúa de zancudo que de empanadilla, fallece. Él lo suele ver derramando tuercas y tornillos por los rincones. Es lo único que le quedaría al viejo de su verdadero amor y amante, la dueña de la ferretería, a la que un día dejó, acercándose cada vez más a la muerte, la tarde que quemó sus cartas y las frases se evaporaron en el aire. Su hijo lo puede ver y sentir, es un ser de una especial naturaleza que, como su amante se vuelve sonámbulo tras el fallecimiento.


"LOS SONÁMBULOS SOMOS SERES ELECTRIFICADOS POR LA LUNA PARA CONSEGUIR UNA TOTAL INDEPENDENCIA DEL ALMA"


Sonámbulo suele recorrer los tejados del vecindario en las noches, hasta que, en una de ellas, cae encima de la cama de una chica, Elvira. Ella, de 28 años y nieta de una mal llamada bruja, le mostrará un mundo de sexo y espiritualidad trántrica que le abrirá las puertas de sensaciones sin límite, llegando a experimentar viajes durante sus orgasmos.


"NO QUIERO VER A DIOS DESPUÉS DE MUERTA; QUIERO VERLO ACÁ EN LA VIDA; VAMOS A BUSCARLO".


Y se recorren, cuerpo a cuerpo, despertando a la fantasía, rodeados por las imágenes más hermosas, imágenes-Subiela, de paseos y baile sobre zancos. "UN DÍA DE VIENTO ME QUEDÉ DORMIDO ABRAZADO DE UN CIPRÉS. ESE DÍA FUI ÁRBOL", en un carrito empujado por una bicicleta que lo mismo lleva una lápida que a la Elvira, divertida y abrazada a un ángel; y practican decenas de posturas, mientras se hablan y buscan el reto de más de cien impulsos sin eyacular.

"HE MUERTO A MÍ Y VIVO POR TI. SI ME AMO, TE AMO. SI TE AMO, ME AMO".


Desde que ella aparece, pasa cada mañana junto a los muertos, sintiéndose un muerto de amor que huele a sexo, y es olido por los difuntos que salen a sentarse al sol, y se convierte en un adicto a COGER con Elvira, ¡y yo no puedo dejar de dibujar una placentera sonrisa!, porque las imágenes te maravillan, porque el sexo es lento y elegante, porque la película es lenta y elegante, porque me imagino suave y elegante... Y se me antoja no querer más sexo en mi vida, solo querer coger y coger y coger, una y otra vez, el resto de mis días, con amantes de sensibilidad suficiente como para volverse sonámbulos de añoranza, y bailar con una maceta, y viajar a Roma en un orgasmo, y entender que el Tantra es una de las mejores experiencias que se puede compartir, toda una filosofía que abarca también esta parte de la vida, convirtiendo la relación de dos personas en una manera de prolongar justo eso, la vida, ¡vida, vida, vida!...
"FIJATE, CUANDO EL CORAZÓN COMIENZA A ARDER, HUELE COMO A INCIENSO"


Y se me antoja volver a ver la película, esta vez en compañía, desnudos los dos, sin dejar de prestarle atención a cada uno de los cuadros y secuencias, pendientes de la música, de la imagen y la historia, pero sin dejar de tocarnos y probarnos, y COGER, y sudar, y respirar, y experimentar, y colarnos con ellos dentro de la pantalla.


Eliseo Subiela ha vuelto a conseguirlo, despertar mis siete sentidos; hacerme volar y estar segura de que no pierdo el tiempo con él.

lunes, 20 de julio de 2009

VALOR


A mis hadas y duendes, con amor



Después de mucho tiempo sin verse, los dos amigos se encontraron en la calle Castillo, junto al puesto de los helados.


-"¿Qué tal, cómo estás?", preguntó uno, un poco por compromiso, otro poco por la vergüenza de no saber por dónde retomar una conversación pasado tanto tiempo.


-"No muy bien", le respondió. "No me pillas en el mejor momento".


-"¿Y eso?"


- "Ando de psicólogos y de baja, tú sabes, las circunstancias. Me quedé en paro, empezaron a ahogarme las deudas, mi mujer terminó cansándose de mí y se marchó y yo me embajoné, no encontré razón para afrontar todo esto con valor, ni termino de saber si merece la pena tanta lucha solo por uno".


- "Vaya, ¿puedo hacerte una pregunta?" Y sin darle tiempo a contestar, se metió la mano en el bolsillo, sacó un billete y se lo mostró.-"¿Qué es esto?"


- "Un billete de cien euros"


- " Seguro que sí", ante la perplejidad de su amigo arrugó el billete, lo hizo una bola y se lo puso en la mano. - "¿Qué es ahora?"


-"Un billete que vale cien euros", contestó el otro, mientras lo abría y estiraba.


-"Espérate entonces", añadió, a la par que le cogía de nuevo el billete, lo volvía a estrujar y lo tiraba al suelo para pisotearlo. "¿Qué es?"


_ " No deja de ser tu billete de cien euros"


Y sin levantarlo el suelo, y ante un amigo cada vez más extrañado, el otro, lo pisoteó de nuevo y lo escupió, para preguntarle con calma, "¿sigue siendo un billete que vale cien euros?"


- "¡¡Sí, por supuesto, arrugado, pisoteado o escupido sigue valiendo cien euros!!"


_ "Pues, si un billete no pierde su valor por las supuestas circunstancias que lo rodean, ¿por qué habrías de perderlo tú? Aunque parezca, y solo lo parece, que la vida te pisotea , te oprime o te escupe, aunque pareciera que alguien pretende hacerlo, tú valor es único e intransferible, es tu esencia, forma parte de ti y no se pierde. Vales lo que eres, eres lo que vales. No debes olvidar que solo puedes ser una inversión a la alza y que nada de lo que te rodea podrá cambiar jamás eso, que todo el que te ama estará a tu lado para recordártelo. No se te piden grandes heroicidades, únicamente que recuerdes lo que vales".
Durante unos segundos esperó en silencio, luego... no, no se marhó, prefirió invitarle a una cerveza.


domingo, 19 de julio de 2009

HORARIO DE PROTECCIÓN INFANTIL

¡Joder!, ¡serás hijo de puta! la leche, tío, eres un cabrón, pedazo de suerte, mamonazo, y parecía idiota, el capullo de alhelí. Ya me pillara yo una mierda como la tuya, ¡me cago en diez!¡la madre que te parió!Pues nada, a mojársela a gusto y acordarse de los pringaos que estamos haciendo el imbécil como gilipollas.




Resumen del párrafo anterior: envidio, y me alegro, por tu suerte.




Nacemos con una competencia comunicativa. Sin entender todas las palabras de cada una de las lenguas, sea ésta nuestra lengua madre o no, distinguimos el tono y el contexto en el que unos términos se utilizan. No hay palabras malsonantes, sino mal empleadas. De esta forma, un insulto puede serlo y convertirse en causa de disputa, en un momento tenso, entre dos desconocidos, o tornarse en un halago por parte de dos amigos que se diviertan.


A raíz de esto surge una de tantas respuesta hipócritas de los medios de comunicación. Atendiendo, pedagógicamente a que los niños se sientan ante la pantalla de televisión entre, algo así como las cuatro y las seis de la tarde, les queda prohibido a los "comunicadores" el empleo de este tipo de vocabulario. Es decir, podemos tratar el tema de los cuernos de Pipi con la ex-actriz porno, el montaje de no sé quién con un striper, la separación y saca-cueros de menganito y fulanita, el hecho de que aquél sea gay encubierto y que el otro no la moje desde hace un año. Podemos hablar de robos, delitos, violaciones, muertes, asesinatos y cualquier otro asuntillo mega positivo, pero sin tacos, ¡cuidemos de los niños!


Yo alucino, como poco. Tengo un tío, de ésos que se crían entre caballos y viñas, de los que no estudian para mecánicos y creen que la mujer es un florero. De él me acostumbré en la niñez a escuchar burradas de las que te escandalizaban tanto que, te taponas las orejas a la par que abres mucho la boca y, sin embargo, ni fue influencia negativa en mi vida ni me hizo tanto daño como esta gentuza malogra a nuestros peques. ¿Quieres de verdad influir en su educación y feliz desarrollo? Dale mitos y ejemplos que seguir. Ahora mismo, solo cuentan con la Hanna Montana, que no esá mal: una niña adolescente que llega a cumplir su sueño de artista y se enfrenta a una doble vida para seguir siendo y actuando como una adolescente normal. Pero, solo le encuentro un problemilla,... es para adolescente, para chavales de 13 a 15 años con edad de fantasear y encontrarse y pretender ser estrellas del firmamento, no para los peques; a ellos los estaríamos empujando a acelerar su crecimiento. Para ellos ¿dónde están las hadas y los duendes, las princesas, los personajes creativos, los que les enseñan en el estilo de Barrio Sésamo, los levantan del sillón para cantar y bailar? Si sientas a un niño delante de una pantalla, que sea para inundarle con un mundo de colores y formas, para que un personaje que a él le resultará real y posible, ojo, lo invite a moverse, aprender, fantasear y recrear....


Preferiría las pelis ñoñas de Barbie, un empacho de princesas Disney, Tom Sawyer o los caballeros del Zodiaco, o hasta los pesados de Oliver y Benji, que nunca llegaban a la portería. Ellos les invitaban a creer en historias menos dañiñas, y podrían haberse permitido soltar hasta un par de "hijos de puta" de vez en cuando.


Si mis niños tuvieran que crecer conociendo la vida del Pipi y de la Belén Esteban, tendría un problema y gordo: mi hijo, frustrado con un sistema educativo que no le llenaría, porque en él no hay mujeres rubias con moño y tetas de silicona, abandonaría antes de los 16 el instituto, y se juntaría con el tío que tuviese la moto más grande, para pegársela un día de marcha y pasar tres meses en un hospital y salir con una tendencia a engordar que lo llevaría a ganar 25 kilos y no querer salir de casa, descubriendo gracias a su buena amiga la tele, que toda la raíz de su problema radica en que siempre ha estado enamorado de Pipi y que siempre ha querido ser mujer, así que, perdido en su cuerpo de hombre, se vestiría como una especie de extraña drag metida en carnes, y trabajaría como imitador de Marujita Díaz en las fiestas del barrio, pero, aprovechando que se lió en una de éstas con Farruquito, empezaría la gira por programas de la tele, para pagarse de esta manera su cambio de sexo y aparecer reconvertida en un figurín que se prostituye por 500 euros el cliente. Pero se mezcla con gente peligrosa y empieza a tomar drogas que lo inundan con delitos pendientes de juicios y lo empujan a huir a Filipinas, para organizar su suicidio, no sin antes despotricar contra medio país y ganarse el odio de todo el mundo. ¿Qué exagero? No sé qué decirte, es la "realidad " que viven nuestros niños en esa edad de imitar comportamientos, todos los días, todas las horas que los abandonamos solos ante una pantalla o, lo que es peor, los sentamos a nuestro lado, sin juicio alguno para que nos acompañen en nuestros ratitos "de familia".

jueves, 16 de julio de 2009

RECORTABLES II

http://www.youtube.com/watch?v=hAxiPFE6pqM

Las dos de la mañana, poco más o menos. No llevas reloj. Te arde la piel y pasas junto a un muelle. Finjes caerte en el agua y rompen las risotadas. Te siguen tus amigas, la que tiene miedo a las alturas también. Se cortan precisamente los chicos. No hay nadie en el agua salvo vosotras. Otro grupo nuevo con el que venís compartiendo risas y fiestas entra en el agua: un policía, una ex-nadadora de sincronizada, un argentino, un mecánico. Se suman cinco chiquillos sin barba. La fiesta se traslada al agua, fuera hace frío, dentro no. Entre el cielo y el mar no hay fronteras ni horizonte. Solo resta seguir sonriendo.

lunes, 13 de julio de 2009

RECORTABLES DE RISA

Hace un año nos dimos una vuelta por Castro antes de bajar a la embarcación de la virgen, perro incluído. Paseamos y contemplamos recodos nuevos a sus ojos. Tocaba regresar y bajarse al Puerto... pero me había dejado la puerta del coche abierta ¡en mí nada extraño! Sin batería mandé sms de SOS (qué guay tanta sigla). Acudieron tres caballeros metalizados en mi ayuda, se rieron de mí y a mi costa de lo lindo y se terminaron largando de cervezas todos juntos sin conocerse de antes. Yo, por supuesto a remojo en el puerto, con los míos y sin perro.

martes, 7 de julio de 2009

MAR Y SEXO

Es curioso las mil y una formas en las que se nos invita a pensar, reflexionar y auto-analizarnos. Cuando no es a través de nuestro horóscopo chino, es por la inicial de nuestro nombre, la forma y color del iris o el rastro que queda en nuestra taza de té; el fin es siempre buscarle tres patas al gato. Pues resulta que por si no fuera poco, existe una relación directa entre nuestra forma de entrar en el mar y nuestras preferencias sexuales. Según sostiene esta teoría, la inclinación a introducirnos de sopetón y de cabeza o lentamente, en el frío líquido (pistas de cómo lo hago yo) incide directamente en qué estilo de sexo adoptamos: sin preámbulos y a saco (entras a la carrera), con muchos cariñitos y precalentamientos (entras despacio). Esto podría ser una razón más para encasillar a hombres y mujeres, dado que a los que sueles ver a todo correr, levantando de forma curiosa una pierna detrás de otra como ancas de rana, y verlos zambullirse de inmediato, para escuchar luego el gritito en cuestión, es a ellos. A las niñas se las contempla despacio y encogidas, temerosas de si pasar o no pasar del ombligo. Mira, quién sabe, igual todas las diferencias sexuales que nos distancian no eran más que cuestión de zambullidas.

Sea como sea, el consuelo es que no siempre te apetece lo mismo. Todos nos hemos lanzado en alguna ocasión incluso desde las rocas más escarpadas o entrado despacito, dado que teníamos por ejemplo una comida reciente. Y las hay muy bestias, y los hay muy delicados y parsimoniosos.

Lo que supongo que todos tendremos en común es el deseo de practicar del fresquito y placentero sexo en el mar, aunque digan algunos que el agüita salada no ayuda y la arena hace destrozos. ¡Bobadas! y si es cierto, de algo habrá que morir, eso al menos habría dicho mi abuelo que, por cierto, resistió a dos guerras y no sabía nadar, en el mar, solo en el mar....

PERSONAJES V


RAÚL
De aspecto poco favorecido, es un hombre más bien pequeño que, entre el bigote generoso y su cabello oscuro y abundante, recuerda, desgraciadamente al super del Mortadelo y Filemón. Aunque, a decir verdad, creo que es una estrategia propia de este increíble ser que, compinchado con la Madre Natura, decidió tomar esas formas para disimular.
Realmente, lo que Raúl esconde a los ojos de todos, es su naturaleza de genio en todos los sentidos: Raúl es un genio que todo lo que toca, convierte en oro, pero a diferencia del rey Midas, ese oro no es material ni sacrifica corazones. Él domina el oro del tiempo, del futuro. Todo el que pasa por las manos de Raúl goza de una segunda o tercera, o cuarta oportunidad en su vida. Es un genio, porque convierte en realidad cualquier cosa que atraviese con un ramalazo su mente. Todo, todo, todito, su cabeza es una maquinaria impresionante capaz de anticiparse incluso a los problemas, una maquinaria que debe ser temida, nada más se ponga a funcionar, te atrapará, terminarás enredada en alguna de sus ideas, geniales sí, pero costosas. Nunca pone las miras o metas muy cerquita que digamos.
Yo lo conocí hace ya muchísimos años. Por aquel entonces, tenía quince años, y él era mi profesor de historia y el director del instituto. Aquel profesor de nivel, que te exigía comentarios de texto y de mapas de hasta ocho y nueve folios, que extraía de ti toda la capacidad crítica que pudieras albergar, y quería más y más, tenía el potencial o la virtud de sacar lo mejor, haciéndote partícipe de ello, no por obligación, sino por motivación, y se ganaba tu respeto sin gritos ni amenazas, desde el diálogo.
Dejó huella en mi persona, más de lo que en un primer momento fui consciente, porque años después, cuando ya me tocaba estar en las aulas desde el otro lado, y supe de un nuevo centro que se abría y de que él estaría al frente, cogí mis bártulos y me sumé a su equipo, quería aprender de él y ni os imagináis hasta qué punto logré mis objetivos.
El primer día que nos vimos de nuevo las caras resultó muy gracioso. Él me recordaba como la mascota de Elías y Felipe, dos chicos que lo mismo metían un coche por el polideportivo para promocionarse para el ConsejoEscolar, con las chapas y pegatinas robadas al Cabildo con eso de "Tenerife gente 10", que organizaban un homenaje a Franco, sui generis y capaz de desquiciar a la de inglés, o una manifestación improvisada, reclamando un sustituto, o el fin de una guerra, e impidiendo la circulación dado que, para no andarse con chiquitas, cortaban la carretera principal. Cuando ese hombre contempló que era yo la nueva profe, se echó las manos a la cabeza y me preguntó si yo había cambiado. Supongo que algo tenía que ver el peto vaquero a la cintura y una camiseta negra de un bebé porriento, en la que se leía "nacido para el rock", o el hecho de llevar un tenis de cada color. Sea como sea, se me asustó el pobre. Lo que desconocía es mi motivación, mis deseos de seguirlo, convencida de que me esperaba la más grande de las aventuras.
¡Y vaya que si fue una aventura!, el centro carecía de todo menos de problemas. De peleas diarias, y policía, y drogas, y acoso, y llantos, pasamos a una institución familiar de excelentes resultados que ha pasado de línea dos a línea cuatro, que acapara premios y más premios.
El éxito se debe únicamente a Raúl, es el mejor de los líderes, alguien a quien intentaré imitar. Él no te manda, te invita a que lo sigas, y lo consigue, él te hace creer que tu centro y tu trabajo te pertenecen y, como algo tuyo, debes cuidarlo. Nunca pierde los nervios, nunca carece de respuestas o propuestas. Él es la mesura, el equilibrio, la inteligencia, la proyección, la madurez, la inventiva.
Y qué decir de ese carácter afectuoso y amable, es consentidor de besos y abrazos. Todo él es un ser mágico y especial. Nadie entra con miedo en su despacho y, sin embargo, todos entran con un halo de respeto y tranquilidad. Su trabajo es su vida, pero no deja su vida en el trabajo, es atento y cuidadoso de su familia, a la que ama; lo que ocurre es que también a nosotros nos hace sentir familia. Si en futuro me asegurasen que puedo alcanzar sus méritos en un 70 % al menos, sería capaz hasta de dejarme el mismo bigote. Pero es prácticamente imposible, no lo del bigote, sí lo de hacer sombra a quien es inimitable.