viernes, 31 de julio de 2009

CORTITO Y CONCISO

INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocos cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría menos riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendrá más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría; pero, si pudiera volver, trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora. Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas. Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.


JORGE LUIS BORGES

martes, 28 de julio de 2009

MEDITANDO DE ESPALDAS A CRISTO


La imagen era otra distinta a la de esta foto. El lugar podría coincidir, idéntica campiña irlandesa y cristiana,... mas la foto que se me quedó grabada en la memoria, plasmaba un sentimiento bien distinto: una foto en color sepia, de los años cuarenta, en ella, un hombre sentado en un pequeño montículo, en medio de campos verdes y amarillos da la espalda a un enorme crucifijo, que está allí, en medio de la nada. El hombre medita de espaldas a Cristo.
Me preguntó por qué y enseguida encuentro respuestas: no robarás, pero resultaban por aquellos años, ser los dueños de las tierras que sus hambrientos campesinos trabajaban; humildad y disciplina, pero lo traducían en banquetes, joyas artísticas, y cruentas palizas y torturas; no desearás a la mujer del vecino, ni fornicarás, solo procrearás, sin embargo, ellos violaban a los niños que estaban bajo su responsabilidad sagrada y mantenían relaciones con monjas, que luego abortaban y enterraban a sus fetos en los bajos de los conventos. ¡¡¡Y prefiero no plantearme la de pajas que se harían con las confesiones...!!!
Estudié en un colegio de monjas, recuerdo haberme aprendido toda la homilía y el rosario, un par de vidas de santos, los mandamientos, los sacramentos, e incluso haberme creído que era hija de Adan y Eva. Luego, claro, me vino la edad del juicio, y la del desuso; comencé a pensar y me manifesté a favor de Darwin y sus monos, para desmayo de mi catequista y sorpresa mía, que lo que no entendía es cómo un adulto podía sostener ser hija de una mujer que solo tuvo dos hijos varones, de los cuales uno le salió rana, practicaba el nudismo y tuvo que concebir con el que le quedó vivo, o si no a mí que me expliquen cómo siguió la cadena...
Pues eso, que estudié con señoras vestidas de negro, que llevaban el pelo corto como un chico y camisones muy largos (también estuve interna), te conducían con uniformes a rayas en fila por los pasillos marcando el paso y te obligaban a comer el pollo con cuchillo y tenedor sin mojar pan ni mezclarlo con el puré. Ellas me enseñaron a cogerle cierta trisca a los cuadros de las vírgenes, dado que pasarte horas delante de ellos era su castigo, o que la tortura puede practicarse en los ochenta y los noventa, pues ponerte de rodillas sobre maderas o bancos finos no sé cómo se le puede llamar... También aprendí que si cantas como un angelito, te saltas clases y recibes bombones en las bodas a las que llevan al coro. Pero no fue todo malo, ni mucho menos, ¡cuántos recuerdos maravillosos! Conocí a mi primer Dios junto a ellas. Las había de todo tipo y en particular, tres eran seres fantásticos, de la new-age monjeril: la hermana Carmen, dulce, con una gemela también monja y también con esos preciosos ojos azules, la hermana Consuelo (la yeye) y la anciana y cariñosa hermana Francisca (habría sido una madre estupenda). Ellas me transmitieron un Dios al que se le hablaba de tú a tú, se le cantaba y se le colmaba de colores y sonrisas. Luego, llegó él, mi primer gran influencia, Jose-an Garmendia, un jesuíta vasco que murió como deseaba, en las misiones, que tenía estudios para dejar callado a medio mundo y gastaba su dinero en crear una especie de cadenas de favores en la cual, él pagaba los estudios a personas desfavorecidas que, tras su éxito le devolvían el dinero que se reinvertía en nuevos estudiantes. Él me enseñó que en un dialecto africano puta significa "herida" y cómo eso le hizo sonrojarse más de una vez ante las niñas. Me enseñó que, cuando prestas atención y fuerza a un débil y lo levantas, estás levantando al mundo; y me habló de budismo y santería, de brahamanismo y ciencia, de filosofía, y me ayudó a llegar a mis propias conclusiones, sin miedo a que me apartase de Dios. La primera a la que llegué: este hombre sí es digno de dios y ese mismo dios ya puede sentirse orgulloso de cómo eleva su Palabra. Jose-an jugaba al brilé que era un fiera y al tenis. Vestía de camiseta. Era gordito, anciano y feo. Hacía iglesia. Lo amo, aún hoy lo quiero.
Y siento con dolor el que durante miles de años la iglesia se haya empecinado en destrozar un mensaje maravilloso, y que digan chorradas acerca de condones y abortos todavía hoy, y que existan papas y Roucos Varelas, o como sea (¿os habéis fijado que recuerda a Roco Silfredi? el nombre, digo, yo a veces me lío entre el cardenal y el actor porno, me suenan campanas con sus nombres, pero sin saber de dónde vienen, por algo será...).
Y siento que no existan mas Jose-an y se les de su lugar apropiado, porque en manos de seres espirituales, de verdad, esto habría ido a mejor hace muchos siglos. Prefiero los Osho que me invitan a encontrarme y conocerme hasta el punto de desarrollar la confianza en mi yo interior con certeza. Pero no, lo único que hacemos por estos andurriales celestiales es prohibir de manera hipócrita y alejar a todo el que no sea mujer, mayor de cincuenta o votante de derechas muy derechas. Lo que más me fastidia es cómo encima miran por encima del hombro a los integristas islámicos y los condenan. Yo no les veo ninguna diferencia, solo que ellos nos llevan 622 años de retraso mahómico y están en su plenitud, veremos qué tal dentro de unos siglos. Que si volvemos la vista atrás 622 años, quizás nos encontremos asesinatos a pedradas, o quemadas en la hoguera, violaciones, torturas, anulación de derechos, masacres de retrasados mentales o locos, robos, expolios, miedo, amenazas, guerras en nombre de dios,.... ¡cómo para no meditar de espaldas a Cristo!
Que nadie se preocupe, supongo que esto se me terminará quitando a medida que bajen las temperaturas. Bye!!!!!

lunes, 27 de julio de 2009

¡¡¡¡¡¡MUJER!!!!!!

Pudiera empezar a escribir de mil formas distintas: comenzando por mi experiencia personal, la de mi madre o la de mi abuela, comentando los resultados de la última encuesta que incluí en el blog, y que tantas pistas nos dejaba acerca de cómo concebimos el amor,... O podía rescatar a una de tantas mujeres maravillosas que han intentado hacer de mi vida algo mejor, y decidí que empezaría por aquí, por el retrato de una mujer hermosa que cuestionó hasta el último día de su vida la palabra del hombre que dictaba al mundo.



Podéis seguir leyendo con tranquilidad, no daré un discurso feminista ni mucho menos, no soy feminista, serlo significa infravalorar al hombre y considerarlo el causante de todos nuestros males, o querer hacer su vida; nada de esto lo sostengo ni lo deseo. Es más, en muchas ocasiones admito que somos las mujeres nuestras mayores enemigas y las que copiamos del hombre solo lo peor en busca de una falsa igualdad.



Regresando a mi heroína, mi hasta ahora enigmática heroína, permitidme que os presente y hable de Alice Paul, una cuáquera nacida a finales del siglo XIX en Estados Unidos, que luchó a riesgo de su vida por el voto de la mujer, por el derecho a que pudiera estar representada en las leyes que sí debía cumplir, en los trabajos que se le obligaba a ejercer sin protección,...Y fue una lucha que puso en peligro su vida, porque el presidente Nixon, que en ese momento se declaraba en guerra contra Alemania por estar privando a Europa de libertad y democracia, ¡manda huevos!, quiso acallar las incómodas voces de esas mujeres, encarcelándolas por ¡obstrucción del tráfico!, aislándolas de todo abogado y contacto exterior y sometiéndolas a torturas cuando se declararon en huelga de hambre. Ganaron su lucha (ojo con el determinante posesivo "su") y consiguieron el voto en 1922. Para entonces, países tan cerrados e incivilizados a los ojos americanos como Nueva Zelanda o Rusia, lo tenían concedido desde hacía décadas. Alice Paul prosiguió en su lucha por los derechos de la mujer hasta el día de su muerte en 1977, pero a costa de su vida (me habría gustado ver su cara en temas como aborto, maltrato o "condena" por violación).



Ella partía de la idea de que hombre y mujer son iguales de corazón. Si el hombre desea tener un lugar en la sociedad, gozar del respeto por lo que su trabajo aporta, que su esfuerzo sea tenido en cuenta, ¡la mujer no deja de ansiar lo mismo! Sin embargo, Alice dedicó sus días a convencer a otros de ese derecho cuando no debería precisar, si quiera, de una defensa, y hubo de hacerlo a costa de su propio corazón. ¿Por qué? ¿Por qué mujeres como Alice Paul se han visto condenadas a negarse una vida sentimental plena para que otras seamos consideradas personas? Sus días se centraron en su lucha, y no pudo gozar del amor de un hombre que compartiese su sueño, y de la crianza de unos hijos. Aunque no deja de ser predecible, por cierto, ¿qué hombre lo habría entendido? ¡Oh, no!, nada de colocarse en posturas políticamente correctas ahora, ninguno lo entendió, porque aún hoy ninguno lo comprende.



No soy Alice Paul, gracias a Dios, ella me ha allanado mucho el camino, pero tampoco soy ni mi madre, ni mi abuela, negadas en multitud de derechos y críticas con muchas de mis posturas; ni soy mi vecina,... pero soy un ejemplo de lo que afirmo con convicción y hasta con cierta rabia. Soy una mujer independiente económicamente, tengo mi propia casa y coche, mi trabajo y mi horario de entrada y salida. Dicto quien entra en mi vivienda y en mi cama. Decido cómo y cuándo has de salir de ambas. No doy explicaciones diferentes, seas hombre o mujer; tampoco distingo mis palabras o mi actitud. Y si contigo hablo de forma natural de cómo guisar un pulpo sin agua, también lo haré de sexo, de sus virtudes y de mis gustos. A los ojos de mis tíos y tías, de algunos primos, colegas y de excompañeras de instituto soy una fulana, puta, mujer de poco fiar o cuantos sinónimos se te ocurran. Para los hombres más educados, alguien que tiene problemas para comprometerse; para los que permanecen todavía en la fase troglodita, una lesbiana reprimida o un marimacho (más si le añadimos que me gusta la cerveza, el porno y el esgrima).



Creo que se está errando el punto de vista; con todas. Verás, cierra los ojos, olvida que soy una mujer y escucha de nuevo mi discurso: tengo casa, coche, trabajo, hablo de cocina igual que de sexo, me gusta el porno y la cerveza y yo decido en mi vida y mi cama. Respuesta: ¡joder! tío tú sí que sabes vivir, ¡partidazo! etc...



A todos los discursos y opiniones que anden brotando, les recordaré algo, las palabras de Alice Paul: mi corazón es igual al tuyo y tiene las mismas necesidades. ¿Qué no me comprometo? ¿qué es compromiso para ti?, ¿vivir solo para satisfacerte, dejar mi tiempo por el tuyo, mi crecimiento por el tuyo?, entonces ¿qué es lo que te atrajo de mí? No sería mi don de superación o lo activa que resultaba, no fue por mi inteligencia o por mi ingenio, por mis ideas propias o mi capacidad de dar, de aprender, porque si fuera por eso, ya habrías reconocido que me comprometo, y con algo tan maravilloso como la vida, y no andarías cambiándome y criticándome. Mi compromiso va con aquéllos que me aportan, o ¿es que acaso existen corazones valientes que se acercan a quienes le roban su fuerza?



Y no acepto sacrificios, no quiero mártires femeninas, que la igualdad de corazón es un principio natural. No quiero que me convenzas de que sin ti no puedo vivir, ¡mentira!, vete con tus inseguridades a otra cultura o a la consulta de un psiquiatra. Lo siento, no me cabe en la cabeza,... y no hablo de integrismo, ni Áfricas remotas, ni países árabes ni leches. No me cabe en la cabeza las niñas de quince años que no salen sin permiso del novio, ¿¡novio?!; las esposas que no se plantean que ellas también pueden divertirse el sábado noche con amigos, y creen que el paseo del domingo con el señor esposo y los niños es todo su derecho a vida social; las que me consideran un fracaso por no empujar ya un cochecito de bebé; los que dan por hecho que comer en casa es la antesala de un polvo, porque es el mensajito que estoy mandando a gritos y ya se sabe de las que... Los que cargan sus complejos contra mujeres a las que no pueden mantener, a las que tienen que conquistar y convencer de que sus vidas compartidas pueden resultar aún más enriquecedoras de lo que lo son por separado, prefieren de estos argumentos.



Soy mujer, a parte de profesional, o amiga, o amante, o hermana, o hija, soy mujer y no es un papel que tenga que representar, es una característica fisiológica y sexual, con la que nací. Es que fuera de mi DNI, que también resulta tener una, me salieron dos xx, dos tetas con cierto volumen y labios inferiores a parte de los superiores, pero es que de resto, ya está, no veo mayor diferencia. Ni soy sensible, ni soy sensata, ni soy cariñosa, ni soy nada por ser mujer. Lo soy como persona, fruto de sus opciones y experiencias. Y hay hombres más sensibles que yo, y más responsables, que se le dan mejor los niños y fabulosos en la cocina, y que planchan mejor las camisas, y hasta los hay que les gusten las canciones románticas que a mí me ponen los pelos de punta. Pero no creo que se distingan más que por ser personas, personas.



Lo siento Alice, desde tu tumba sin letargo; conseguiste derechos que hoy me permiten, por ejemplo, expresarme como lo hago en este blog, pero no hemos logrado algo todavía, mi pequeña, tu ley de corazones con igual necesidad, reconocimiento y posibildad no acaba de comprenderse del todo, porque si no, todas las que estamos leyendo estas líneas, no sentiríamos cómo aún se nos cuestiona y se nos etiqueta. Gracias.

sábado, 25 de julio de 2009

ME GUSTA...



¡ME GUSTA...!



http://www.youtube.com/watch?v=hAxiPFE6pqM


... dormir desnuda, acariciada por el tacto de las sábanas


... recorrer la casa, mojada, envuelta en una toalla.


... hacerme muecas ante el espejo.


... andar descalza por las calles.


... robarle besos a la policía, sobre todo si es guardia civil.


... sonreírte para que me devuelvas una sonrisa.


... mancharme los dedos de helado y chocolate.


... ponerme contra el mar para que me acaricie el rostro.


... llorar de alegría, de alivio, de paz, de luz.


... hablar con los animales, los objetos, las plantas.


... saludar al amanecer al norte, al sur, al este y al oeste.


... ver lo bonito de la vida.


... sacar lo mejor de cada cual y regalar piropos sinceros.


... bailar y girar y bailar y saltar.


... baños interminables con muchos olores.


... la gente que huele dulce.


... el incienso, la hierba mojada.


... la luz de los farolillos en una noche de verano.


... los tejados.


... que creas que no soy real , sino un personaje fantástico fruto de tu imaginación.


... jugar contigo, ser tu aventura y reto a pesar de que te ame profundamente.


... amar sin más, sin esperas ni intenciones.


... sentir en libertad, pensar y actuar con libertad.


... el desayuno tranquilo y mimado.


... dar mimitos.


... chapotear en las fuentes


...las pelis antiguas y los musicales.


... fantasear con ser una diva de Hollywood.


... reír y reír y que te rías conmigo.


... abrazar y mordisquear


... el sol y la luz.


...las noches de estrellas


... dormir con las puertas abiertas y la visión de la luna

... pintar y dibujar lo primero que se me venga a la cabeza.

... leer cabeza abajo con los pies sobre el sillón.

... pensar bajo el agua.

... mancharte la nariz con salsa.

... jugar.


... tú


¡me gusta...! ¿qué te gusta?

viernes, 24 de julio de 2009

RECORTABLES DE... PLACER

http://www.youtube.com/watch?v=fhUD6sw6lyM

JARABE DE PALO. Salen al escenario vestidos de frag o chaqué, guapos todos, pero ¡qué bueno está el batería! Un chico de veintimuchos, de aspecto vampiresco toca la guitarra como un maestro ¡quién fuera guitarra! Un cubano, negro, con un estilo insuperable te traslada a un universo paralelo cada vez que acaricia el saxo. El ambiente, genial, su voz , inconfundible, las canciones suenan mejor que nunca, las letras resultan más sabrosas y positivas, y la música... ¡ah, la música!, ¡¡¡¡un ORGASMO MUSICAL MARAVILLOSO!!! ¡¡¡¡UHMMMM!!! Quién pudiera sentir como con esta música que se te cuela bien adentro, donde ningún tío alcanzará jamás y son mejores sus cosquillas...

PERSONAJES VII

CARMELO




No resulta del todo cierta la afirmación de que la familia no se escoge. Carmelo es primo mío por partida doble, y hasta triple; me siento muy orgullosa de poderlo decir. Su padre es hermano de mi madre, su madre es prima hermana de su padre y de mi madre, es decir, es mi primo hermano por parte de su padre y mi primo segundo por parte de su madre, he aquí la partida doble, pero además es una de las personas a las que más quiero y admiro, y he aquí nuestra partida triple.


Hace muchos años, cuando asuntos familiares me llevaron a pasar unos días en su casa, yo contaba con ocho o nueve años, él tenía doce más. En esos días lo conocí de verdad y empezó a quererlo, en aquellos instantes, me habló y trató como a una igual, ¡y me enseñó a preparar mahonesa! Supe que ese tipo me gustaría, por y para siempre. Luego llegaron años en que yo buscaba un modelo y él vivía como le salía de los cojones: manifiesta su homosexualidad, su necesidad de ser libre y creativo... Pasó por etapas de mochilero, de guía turístico, de drac, sea como sea, él siempre estuvo en búsqueda, fue auténtico, y yo, pues sonreía, esperando noticias de mi aventurero favorito y sintiéndome cada vez más y más orgullosa de él. Recuerdo que la primera de las tres veces que he golpeado a alguien fue en su defensa. Regresábamos del instituto caminando a paso de "no hay prisa" un grupillo de chicos y chicas, entre ellos, el troglodita de mi primo Benigno (anda que el nombre...). Señaló para su casa y dijo: -ahí vive mi primo el maricón, añadió la expresión "¡qué asco!, y escupió. Acto seguido, recibió el tortazo más sonado que he atizado en mi vida. Un tortazo que venía a representar "¡imbécil, homófobo, animal!" y otras tantas lindezas algo más difíciles de transmitir con palabras. Desde entonces le gusté, estuvo una temporada detrás de mí (siguiendo una extraña tradición familiar y demostrando que los tíos son idiotas).


Pasan los años y Carmelo y yo somos "igualados" por la vida. Los acontecimientos personales de cada cual nos acercan a similares sendas y nos vamos reencontrando como amigos y confidentes, como personas que dan y reciben, porque sus vidas aportan libremente dones, regalos y enseñanzas que no pueden ser consideradas un casual. Y nos vamos moviendo en los círculos del reiki, el conocimiento de uno mismo, la libertad, los puntos de miras abiertos al conocimiento y la eliminación de prejuicios, el humor, el amor. Con él aprendo y comparto los viajes que me trasladan a los lugares más personales de este planeta y a los rincones más escondidos de mi alma. Y nos reímos, que el chascarrillo familiar tiene mucha guasa, y nos metemos el uno con el otro, ¡adoro chincharlo!; y sabemos cuando tocar a la puerta y cuando decir no.


Hoy, por alguna razón causal, ha sido uno de esos días de encuentro. Él está guapísimo, genial, porque su belleza emana de su luz interior. Ha decidido abrir la caja de Pandora de sus emociones y después de un par de décadas sin llorar y taponar, ha podido liberar muchos sentimientos traducidos en lágrimas de verdadera felicidad. Ha comenzado ha reordenar su vida física, artística, sexual y espiritual, curiosamente, a la par que yo me iniciaba en una fase de lo mismo. En medio de la conversación, me ha soltado un buen montón de verdades que, sin ir dirigidas a mí, sabía perfectamente que me serían de provecho, muchas ni las recuerdo, pero brotarán sin duda alguna ni tampoco esfuerzo, en el momento adecuado.


Lo que sí me ha comunicado y deseo compartir con vosotros, mis amigos, es la dieta del perdón: un ejercicio revelador solo apto para valientes que persigue perdonar o perdonarse. En mi caso, lo iniciaré como un auto-perdón que, si bien nunca tuve muy claro si hay gente por ahí a la que tenga que perdonar las putadas que me hayan hecho, creo que me será más sencillo perdonar cuando lo haya hecho conmigo misma, misión de las duras, duras. Pero no me lío, ahí va la dieta:


Durante siete días, escribiremos, cada día, 70 veces, la siguiente oración: Yo, nombre y apellidos completos, me perdono. Nuestra cabecita, a medida que la oración se repita, se irá abriendo a recuerdos, emociones e impresiones increíbles, nuestra letra cambiará, porque también lo estaremos haciendo nosotros, quizás para siempre... El ejercicio nos abrirá caminos y puertas que nos ayudarán a encontrar respuestas y salidas que perseguir, auténticas, firmes. No he probado, comienzo hoy y casi seréis testigos de mi evolución, pues puede que se plasme en mis escritos, en la ausencia de ellos, o a saber,... pero él me asegura que es para no arrepentirse y os aseguro que mi confianza y admiración por Carmelo es tan plena que, aseguraría a todo riesgo que sea cierto. Carmelo es ante todo un hombre valiente que no ha temido jamas mirar dentro y encontrar, solo por eso siento que está muy por delante, en madurez y capacidad de amor, que la mayoría de la población de este planeta y que se le puede capacitar para que actúe hoy como nuestro guía. Es un ser mágico e intuitivo que merece la pena seguir. ¿La receta?, todavía más, sobre todo teniendo en cuenta el mucho bien que nos hará. Pero, ¡ojo!, solo se inicie con seguridad, sin temor ante lo que nos podamos encontrar, ya que la verdad a veces es difícil de asumir y muchos vivimos un engaño disfrazado que, si se torna transparente y doloroso... ¿qué excusa inventaremos para no salir de el?


Carmelo. gracias, te quiero, eres mi luz, mi chico especial, mi sonrisa picarona y la prueba viviente de que la nariz de los Quintero es una seña de identidad claramente hereditaria.

martes, 21 de julio de 2009

COGER

No podría ser lesbiana. Padezco una de esas alergias terribles que provocan hinchazón, que te vuelvas de color morado, dejes de respirar y puedas morir en cuestión de minutos, y es a causa de las almejas y otros moluscos con concha. Su sola visión ya me marea, el olor a lapa, berberecho o mejillón me puede. Pero no niego su parecido; no disiento del cómo esas cosillas evocan en mi imaginación vaginas y vulvas. Entiendo que se corresponda con una de las acepciones semánticas de los argentinos. "O sea, que tenés una mina con una almeja alucinógena", le pregunta un personaje de la última de Subiela a su hermano, el protagonista. Y yo pienso en que no deja de ser cierto... tenemos almeja y mi alergia debe ser por ello signo de heterosexualidad.




Eliseo Subiela es un genio, un prodigio de la imagen, la historia y la poesía. Si ya en sus dos partes de EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN casó como nadie el humor, con el arte, la poesía el sexo y la sensualidad, en su última película, recién estrenada, NO MIRES PARA ABAJO, se ha superado. No dejé de sonreír ni en un solo segundo.




El padre del protagonista, un chico de 19 años que trabaja con su hermano haciendo lápidas y con promociones publicitarias en las que lo mismo actúa de zancudo que de empanadilla, fallece. Él lo suele ver derramando tuercas y tornillos por los rincones. Es lo único que le quedaría al viejo de su verdadero amor y amante, la dueña de la ferretería, a la que un día dejó, acercándose cada vez más a la muerte, la tarde que quemó sus cartas y las frases se evaporaron en el aire. Su hijo lo puede ver y sentir, es un ser de una especial naturaleza que, como su amante se vuelve sonámbulo tras el fallecimiento.


"LOS SONÁMBULOS SOMOS SERES ELECTRIFICADOS POR LA LUNA PARA CONSEGUIR UNA TOTAL INDEPENDENCIA DEL ALMA"


Sonámbulo suele recorrer los tejados del vecindario en las noches, hasta que, en una de ellas, cae encima de la cama de una chica, Elvira. Ella, de 28 años y nieta de una mal llamada bruja, le mostrará un mundo de sexo y espiritualidad trántrica que le abrirá las puertas de sensaciones sin límite, llegando a experimentar viajes durante sus orgasmos.


"NO QUIERO VER A DIOS DESPUÉS DE MUERTA; QUIERO VERLO ACÁ EN LA VIDA; VAMOS A BUSCARLO".


Y se recorren, cuerpo a cuerpo, despertando a la fantasía, rodeados por las imágenes más hermosas, imágenes-Subiela, de paseos y baile sobre zancos. "UN DÍA DE VIENTO ME QUEDÉ DORMIDO ABRAZADO DE UN CIPRÉS. ESE DÍA FUI ÁRBOL", en un carrito empujado por una bicicleta que lo mismo lleva una lápida que a la Elvira, divertida y abrazada a un ángel; y practican decenas de posturas, mientras se hablan y buscan el reto de más de cien impulsos sin eyacular.

"HE MUERTO A MÍ Y VIVO POR TI. SI ME AMO, TE AMO. SI TE AMO, ME AMO".


Desde que ella aparece, pasa cada mañana junto a los muertos, sintiéndose un muerto de amor que huele a sexo, y es olido por los difuntos que salen a sentarse al sol, y se convierte en un adicto a COGER con Elvira, ¡y yo no puedo dejar de dibujar una placentera sonrisa!, porque las imágenes te maravillan, porque el sexo es lento y elegante, porque la película es lenta y elegante, porque me imagino suave y elegante... Y se me antoja no querer más sexo en mi vida, solo querer coger y coger y coger, una y otra vez, el resto de mis días, con amantes de sensibilidad suficiente como para volverse sonámbulos de añoranza, y bailar con una maceta, y viajar a Roma en un orgasmo, y entender que el Tantra es una de las mejores experiencias que se puede compartir, toda una filosofía que abarca también esta parte de la vida, convirtiendo la relación de dos personas en una manera de prolongar justo eso, la vida, ¡vida, vida, vida!...
"FIJATE, CUANDO EL CORAZÓN COMIENZA A ARDER, HUELE COMO A INCIENSO"


Y se me antoja volver a ver la película, esta vez en compañía, desnudos los dos, sin dejar de prestarle atención a cada uno de los cuadros y secuencias, pendientes de la música, de la imagen y la historia, pero sin dejar de tocarnos y probarnos, y COGER, y sudar, y respirar, y experimentar, y colarnos con ellos dentro de la pantalla.


Eliseo Subiela ha vuelto a conseguirlo, despertar mis siete sentidos; hacerme volar y estar segura de que no pierdo el tiempo con él.

lunes, 20 de julio de 2009

VALOR


A mis hadas y duendes, con amor



Después de mucho tiempo sin verse, los dos amigos se encontraron en la calle Castillo, junto al puesto de los helados.


-"¿Qué tal, cómo estás?", preguntó uno, un poco por compromiso, otro poco por la vergüenza de no saber por dónde retomar una conversación pasado tanto tiempo.


-"No muy bien", le respondió. "No me pillas en el mejor momento".


-"¿Y eso?"


- "Ando de psicólogos y de baja, tú sabes, las circunstancias. Me quedé en paro, empezaron a ahogarme las deudas, mi mujer terminó cansándose de mí y se marchó y yo me embajoné, no encontré razón para afrontar todo esto con valor, ni termino de saber si merece la pena tanta lucha solo por uno".


- "Vaya, ¿puedo hacerte una pregunta?" Y sin darle tiempo a contestar, se metió la mano en el bolsillo, sacó un billete y se lo mostró.-"¿Qué es esto?"


- "Un billete de cien euros"


- " Seguro que sí", ante la perplejidad de su amigo arrugó el billete, lo hizo una bola y se lo puso en la mano. - "¿Qué es ahora?"


-"Un billete que vale cien euros", contestó el otro, mientras lo abría y estiraba.


-"Espérate entonces", añadió, a la par que le cogía de nuevo el billete, lo volvía a estrujar y lo tiraba al suelo para pisotearlo. "¿Qué es?"


_ " No deja de ser tu billete de cien euros"


Y sin levantarlo el suelo, y ante un amigo cada vez más extrañado, el otro, lo pisoteó de nuevo y lo escupió, para preguntarle con calma, "¿sigue siendo un billete que vale cien euros?"


- "¡¡Sí, por supuesto, arrugado, pisoteado o escupido sigue valiendo cien euros!!"


_ "Pues, si un billete no pierde su valor por las supuestas circunstancias que lo rodean, ¿por qué habrías de perderlo tú? Aunque parezca, y solo lo parece, que la vida te pisotea , te oprime o te escupe, aunque pareciera que alguien pretende hacerlo, tú valor es único e intransferible, es tu esencia, forma parte de ti y no se pierde. Vales lo que eres, eres lo que vales. No debes olvidar que solo puedes ser una inversión a la alza y que nada de lo que te rodea podrá cambiar jamás eso, que todo el que te ama estará a tu lado para recordártelo. No se te piden grandes heroicidades, únicamente que recuerdes lo que vales".
Durante unos segundos esperó en silencio, luego... no, no se marhó, prefirió invitarle a una cerveza.


domingo, 19 de julio de 2009

HORARIO DE PROTECCIÓN INFANTIL

¡Joder!, ¡serás hijo de puta! la leche, tío, eres un cabrón, pedazo de suerte, mamonazo, y parecía idiota, el capullo de alhelí. Ya me pillara yo una mierda como la tuya, ¡me cago en diez!¡la madre que te parió!Pues nada, a mojársela a gusto y acordarse de los pringaos que estamos haciendo el imbécil como gilipollas.




Resumen del párrafo anterior: envidio, y me alegro, por tu suerte.




Nacemos con una competencia comunicativa. Sin entender todas las palabras de cada una de las lenguas, sea ésta nuestra lengua madre o no, distinguimos el tono y el contexto en el que unos términos se utilizan. No hay palabras malsonantes, sino mal empleadas. De esta forma, un insulto puede serlo y convertirse en causa de disputa, en un momento tenso, entre dos desconocidos, o tornarse en un halago por parte de dos amigos que se diviertan.


A raíz de esto surge una de tantas respuesta hipócritas de los medios de comunicación. Atendiendo, pedagógicamente a que los niños se sientan ante la pantalla de televisión entre, algo así como las cuatro y las seis de la tarde, les queda prohibido a los "comunicadores" el empleo de este tipo de vocabulario. Es decir, podemos tratar el tema de los cuernos de Pipi con la ex-actriz porno, el montaje de no sé quién con un striper, la separación y saca-cueros de menganito y fulanita, el hecho de que aquél sea gay encubierto y que el otro no la moje desde hace un año. Podemos hablar de robos, delitos, violaciones, muertes, asesinatos y cualquier otro asuntillo mega positivo, pero sin tacos, ¡cuidemos de los niños!


Yo alucino, como poco. Tengo un tío, de ésos que se crían entre caballos y viñas, de los que no estudian para mecánicos y creen que la mujer es un florero. De él me acostumbré en la niñez a escuchar burradas de las que te escandalizaban tanto que, te taponas las orejas a la par que abres mucho la boca y, sin embargo, ni fue influencia negativa en mi vida ni me hizo tanto daño como esta gentuza malogra a nuestros peques. ¿Quieres de verdad influir en su educación y feliz desarrollo? Dale mitos y ejemplos que seguir. Ahora mismo, solo cuentan con la Hanna Montana, que no esá mal: una niña adolescente que llega a cumplir su sueño de artista y se enfrenta a una doble vida para seguir siendo y actuando como una adolescente normal. Pero, solo le encuentro un problemilla,... es para adolescente, para chavales de 13 a 15 años con edad de fantasear y encontrarse y pretender ser estrellas del firmamento, no para los peques; a ellos los estaríamos empujando a acelerar su crecimiento. Para ellos ¿dónde están las hadas y los duendes, las princesas, los personajes creativos, los que les enseñan en el estilo de Barrio Sésamo, los levantan del sillón para cantar y bailar? Si sientas a un niño delante de una pantalla, que sea para inundarle con un mundo de colores y formas, para que un personaje que a él le resultará real y posible, ojo, lo invite a moverse, aprender, fantasear y recrear....


Preferiría las pelis ñoñas de Barbie, un empacho de princesas Disney, Tom Sawyer o los caballeros del Zodiaco, o hasta los pesados de Oliver y Benji, que nunca llegaban a la portería. Ellos les invitaban a creer en historias menos dañiñas, y podrían haberse permitido soltar hasta un par de "hijos de puta" de vez en cuando.


Si mis niños tuvieran que crecer conociendo la vida del Pipi y de la Belén Esteban, tendría un problema y gordo: mi hijo, frustrado con un sistema educativo que no le llenaría, porque en él no hay mujeres rubias con moño y tetas de silicona, abandonaría antes de los 16 el instituto, y se juntaría con el tío que tuviese la moto más grande, para pegársela un día de marcha y pasar tres meses en un hospital y salir con una tendencia a engordar que lo llevaría a ganar 25 kilos y no querer salir de casa, descubriendo gracias a su buena amiga la tele, que toda la raíz de su problema radica en que siempre ha estado enamorado de Pipi y que siempre ha querido ser mujer, así que, perdido en su cuerpo de hombre, se vestiría como una especie de extraña drag metida en carnes, y trabajaría como imitador de Marujita Díaz en las fiestas del barrio, pero, aprovechando que se lió en una de éstas con Farruquito, empezaría la gira por programas de la tele, para pagarse de esta manera su cambio de sexo y aparecer reconvertida en un figurín que se prostituye por 500 euros el cliente. Pero se mezcla con gente peligrosa y empieza a tomar drogas que lo inundan con delitos pendientes de juicios y lo empujan a huir a Filipinas, para organizar su suicidio, no sin antes despotricar contra medio país y ganarse el odio de todo el mundo. ¿Qué exagero? No sé qué decirte, es la "realidad " que viven nuestros niños en esa edad de imitar comportamientos, todos los días, todas las horas que los abandonamos solos ante una pantalla o, lo que es peor, los sentamos a nuestro lado, sin juicio alguno para que nos acompañen en nuestros ratitos "de familia".

jueves, 16 de julio de 2009

RECORTABLES II

http://www.youtube.com/watch?v=hAxiPFE6pqM

Las dos de la mañana, poco más o menos. No llevas reloj. Te arde la piel y pasas junto a un muelle. Finjes caerte en el agua y rompen las risotadas. Te siguen tus amigas, la que tiene miedo a las alturas también. Se cortan precisamente los chicos. No hay nadie en el agua salvo vosotras. Otro grupo nuevo con el que venís compartiendo risas y fiestas entra en el agua: un policía, una ex-nadadora de sincronizada, un argentino, un mecánico. Se suman cinco chiquillos sin barba. La fiesta se traslada al agua, fuera hace frío, dentro no. Entre el cielo y el mar no hay fronteras ni horizonte. Solo resta seguir sonriendo.

lunes, 13 de julio de 2009

RECORTABLES DE RISA

Hace un año nos dimos una vuelta por Castro antes de bajar a la embarcación de la virgen, perro incluído. Paseamos y contemplamos recodos nuevos a sus ojos. Tocaba regresar y bajarse al Puerto... pero me había dejado la puerta del coche abierta ¡en mí nada extraño! Sin batería mandé sms de SOS (qué guay tanta sigla). Acudieron tres caballeros metalizados en mi ayuda, se rieron de mí y a mi costa de lo lindo y se terminaron largando de cervezas todos juntos sin conocerse de antes. Yo, por supuesto a remojo en el puerto, con los míos y sin perro.

martes, 7 de julio de 2009

MAR Y SEXO

Es curioso las mil y una formas en las que se nos invita a pensar, reflexionar y auto-analizarnos. Cuando no es a través de nuestro horóscopo chino, es por la inicial de nuestro nombre, la forma y color del iris o el rastro que queda en nuestra taza de té; el fin es siempre buscarle tres patas al gato. Pues resulta que por si no fuera poco, existe una relación directa entre nuestra forma de entrar en el mar y nuestras preferencias sexuales. Según sostiene esta teoría, la inclinación a introducirnos de sopetón y de cabeza o lentamente, en el frío líquido (pistas de cómo lo hago yo) incide directamente en qué estilo de sexo adoptamos: sin preámbulos y a saco (entras a la carrera), con muchos cariñitos y precalentamientos (entras despacio). Esto podría ser una razón más para encasillar a hombres y mujeres, dado que a los que sueles ver a todo correr, levantando de forma curiosa una pierna detrás de otra como ancas de rana, y verlos zambullirse de inmediato, para escuchar luego el gritito en cuestión, es a ellos. A las niñas se las contempla despacio y encogidas, temerosas de si pasar o no pasar del ombligo. Mira, quién sabe, igual todas las diferencias sexuales que nos distancian no eran más que cuestión de zambullidas.

Sea como sea, el consuelo es que no siempre te apetece lo mismo. Todos nos hemos lanzado en alguna ocasión incluso desde las rocas más escarpadas o entrado despacito, dado que teníamos por ejemplo una comida reciente. Y las hay muy bestias, y los hay muy delicados y parsimoniosos.

Lo que supongo que todos tendremos en común es el deseo de practicar del fresquito y placentero sexo en el mar, aunque digan algunos que el agüita salada no ayuda y la arena hace destrozos. ¡Bobadas! y si es cierto, de algo habrá que morir, eso al menos habría dicho mi abuelo que, por cierto, resistió a dos guerras y no sabía nadar, en el mar, solo en el mar....

PERSONAJES V


RAÚL
De aspecto poco favorecido, es un hombre más bien pequeño que, entre el bigote generoso y su cabello oscuro y abundante, recuerda, desgraciadamente al super del Mortadelo y Filemón. Aunque, a decir verdad, creo que es una estrategia propia de este increíble ser que, compinchado con la Madre Natura, decidió tomar esas formas para disimular.
Realmente, lo que Raúl esconde a los ojos de todos, es su naturaleza de genio en todos los sentidos: Raúl es un genio que todo lo que toca, convierte en oro, pero a diferencia del rey Midas, ese oro no es material ni sacrifica corazones. Él domina el oro del tiempo, del futuro. Todo el que pasa por las manos de Raúl goza de una segunda o tercera, o cuarta oportunidad en su vida. Es un genio, porque convierte en realidad cualquier cosa que atraviese con un ramalazo su mente. Todo, todo, todito, su cabeza es una maquinaria impresionante capaz de anticiparse incluso a los problemas, una maquinaria que debe ser temida, nada más se ponga a funcionar, te atrapará, terminarás enredada en alguna de sus ideas, geniales sí, pero costosas. Nunca pone las miras o metas muy cerquita que digamos.
Yo lo conocí hace ya muchísimos años. Por aquel entonces, tenía quince años, y él era mi profesor de historia y el director del instituto. Aquel profesor de nivel, que te exigía comentarios de texto y de mapas de hasta ocho y nueve folios, que extraía de ti toda la capacidad crítica que pudieras albergar, y quería más y más, tenía el potencial o la virtud de sacar lo mejor, haciéndote partícipe de ello, no por obligación, sino por motivación, y se ganaba tu respeto sin gritos ni amenazas, desde el diálogo.
Dejó huella en mi persona, más de lo que en un primer momento fui consciente, porque años después, cuando ya me tocaba estar en las aulas desde el otro lado, y supe de un nuevo centro que se abría y de que él estaría al frente, cogí mis bártulos y me sumé a su equipo, quería aprender de él y ni os imagináis hasta qué punto logré mis objetivos.
El primer día que nos vimos de nuevo las caras resultó muy gracioso. Él me recordaba como la mascota de Elías y Felipe, dos chicos que lo mismo metían un coche por el polideportivo para promocionarse para el ConsejoEscolar, con las chapas y pegatinas robadas al Cabildo con eso de "Tenerife gente 10", que organizaban un homenaje a Franco, sui generis y capaz de desquiciar a la de inglés, o una manifestación improvisada, reclamando un sustituto, o el fin de una guerra, e impidiendo la circulación dado que, para no andarse con chiquitas, cortaban la carretera principal. Cuando ese hombre contempló que era yo la nueva profe, se echó las manos a la cabeza y me preguntó si yo había cambiado. Supongo que algo tenía que ver el peto vaquero a la cintura y una camiseta negra de un bebé porriento, en la que se leía "nacido para el rock", o el hecho de llevar un tenis de cada color. Sea como sea, se me asustó el pobre. Lo que desconocía es mi motivación, mis deseos de seguirlo, convencida de que me esperaba la más grande de las aventuras.
¡Y vaya que si fue una aventura!, el centro carecía de todo menos de problemas. De peleas diarias, y policía, y drogas, y acoso, y llantos, pasamos a una institución familiar de excelentes resultados que ha pasado de línea dos a línea cuatro, que acapara premios y más premios.
El éxito se debe únicamente a Raúl, es el mejor de los líderes, alguien a quien intentaré imitar. Él no te manda, te invita a que lo sigas, y lo consigue, él te hace creer que tu centro y tu trabajo te pertenecen y, como algo tuyo, debes cuidarlo. Nunca pierde los nervios, nunca carece de respuestas o propuestas. Él es la mesura, el equilibrio, la inteligencia, la proyección, la madurez, la inventiva.
Y qué decir de ese carácter afectuoso y amable, es consentidor de besos y abrazos. Todo él es un ser mágico y especial. Nadie entra con miedo en su despacho y, sin embargo, todos entran con un halo de respeto y tranquilidad. Su trabajo es su vida, pero no deja su vida en el trabajo, es atento y cuidadoso de su familia, a la que ama; lo que ocurre es que también a nosotros nos hace sentir familia. Si en futuro me asegurasen que puedo alcanzar sus méritos en un 70 % al menos, sería capaz hasta de dejarme el mismo bigote. Pero es prácticamente imposible, no lo del bigote, sí lo de hacer sombra a quien es inimitable.


domingo, 5 de julio de 2009

LA LETRA G


Digamos que esto de las letras me gusta. Digamos que en todas encuentro la magia de comunicar de la forma más hermosa y sincera, sentimientos y pensamientos que, luego podemos compartir, regalar e imitar. Digamos que me he dado cuenta de que existen letras que, en particular guardan más belleza que otras, unas por su forma, otras por su contenido... Sin ir más lejos, y es mi firma conocida, tras la A se albergan palabras como apoyo, ayuda, anhelo, abrazo, ardor, amor, amigo, alegría.... Luego está la B o la M, con esas pintas tan cómodas, pero pensando un poquito más, si existe una letra por la se inclina mi corazón es por la letra G.
Los que algo sabemos de grafología, conocemos que una g muy curvada y engalanada es pista o rasgo de sensualidad ¡Ala!, ya está todo el mundo comprobando como la escribe... La mía sí que tiene las curvitas precisas. Es una letra que parece iniciarse y no terminarse, en un dibujo infinito que se liga a otra, vamos, que podríamos llegar a sostener que es la cariñosa del alfabeto, pero la cariñosa, juguetona, dulce y coqueta G. Dejemos para otras los sentimientos más "potentes" . Creen, los que terminan analizándolo todo y de todo andan sacando ciencias, que la G es la letra dominada por el planeta Mercurio, dando lugar a personas de brillante intelecto y mucha necesidad de ampliar conocimientos. Tienen capacidad analítica y son de actuación práctica. Su rica personalidad sobresale en reuniones sociales, donde se los puede encontrar habitualmente.
Sin embargo, dejando a un lado las formas y los psicoanálisis, que aun tratándose de las letras estaríamos pecando de superficiales, lo que me apasiona de la G es cómo ha traído a mi vida las alegrías más grandes y los mejores amores.
Ya cuando tenía menos años a mis espaldas, convertí algunos pedazo de personajes del arte en una especie de amigos invisibles o personales con los que llegué incluso a cartearme. Eran mis ídolos, y siguen siéndolo, GUSTAV Klimt, GARCÍA Lorca, GOYA, GÓNGORA. Siempre me llamaron la atención la capacidad de lucha pura, limpia de GANDHI o el intelecto y buen hacer de GORVACHOV. GABRIEL es el nombre de mi arcángel guía, ése que te toca por nacimiento y que para más INRI es el único de energía femenina.
Podría seguir excavando y descubrir otras tantas de mis coincidentes preferencias, pero me estaría desviado del tema que hoy habría de entretenerme, porque, si bien cada uno de ellos simboliza crecimiento, admiración, sorpresa, placer,... Las G que de verdad han marcado mi vida son las que tengo bordadas en mi corazón.
GLORIA es la primera y principal de ellas. Una mujer Generosa y Genial donde las haya, sumamente inteligente, divertida, amorosa, profesional. Es imposible encontrarle un defecto más allá de entregarse tanto a los otros que a veces se olvida de sí misma. Es paciente, mucho, mucho; me soporta como nadie en este mundo. Es respetuosa y fácil de sorprender, esconde aún el alma de una niña, es un hada reina, imponente y preciosa y la mujer más importante de mi vida.
GABRIELA no tiene desperdicio. Guapa y Galante, mujer de setenta y tantos, ha sabido llevar la vida con Glamour y sencillez, es la feminidad personificada, una frágil florecilla muy cariñosa a la que me gusta provocar reacciones de sorpresa y estupor con mis ocurrencias. Es una madre entregada, una esposa sacrificada, que esconde en el fondo de su corazón a una guerrera de paz y amor, pero guerrera al fin. Más de una vez le he dicho que sería un nombre perfecto, si a la vida se le ocurriese ponerme entre los brazos una hija.
GEMA es mi amiga eterna. De ésas que se conservan desde el instituto y no se ven siempre, pero cada vez que lo hacen, es para celebrar y hablar y quererse como si se hubiesen visto un par de horas atrás, con la naturalidad y el cariño de saber que estaremos siempre ahí la una para la otra sin casi tener siquiera que tocar a la puerta, reconociendo que nos unen los momentos más entrañables de nuestra vida.
Luego está GORKA. El nombre es una pista. Un vasco muy guapo que un día apareció en mi vida como un ángel o caballero montado en blanco corcel para rescatarme de una de las situaciones más duras y desagradables por las que he pasado. Nos unió la amistad posible entre un hombre y una mujer que muy pronto comprobaron más afinidad de almas que cualquier otra cosa que el tiempo pudiese caducar.
No hace mucho tiempo otras dos G comienzan a acaparar mi atención y corazón con muy buena perspectiva. Una es GUILLERMO, un peque que acaba de cumplir tres años, un nuevo sobrinito putativo que aún me mira con cierto desconcierto: no entiende cómo un adulto puede ensuciarse a posta de arena de playa, como una enorme croqueta o bizcocho de chocolate, y tirarse por el suelo a pintar o jugar con los coches o convertir los platos en animalitos con historias, por lo menos curiosas. Pero pasamos buenos ratos, el afecto está creciendo por días y el chico promete maneras.
La otra nueva adquisición está un poco más crecidita. GUSTAVO es, por definirlo de algún modo, peculiar. Sin ser muy consciente del enorme magnetismo que esconde, ha atraído mi atención y confianza de una forma sorprendente. Es imposible no sentirse segura y tranquila en su presencia. Transmite estabilidad, calma, ternura, paz,... pero que nadie se confunda, que el chaval se parece tanto al Dalai Lama como yo a Bibi Andersen, vamos, que tiene una faceta cachonda, divertida y juguetona, que lo convierte en la mejor de las compañías. Combinación perfecta de responsabilidad y desparpajo, inteligencia e ingenuidad, es todo corazón y limpieza, es valor y entrega, es como una de esas golosinas que te encantan y dejas para el final, para poder ser comida despacito, saboreando y que sea solo su sabor lo que permanezca como rastro en tu boca.
Si me pusieras a recorrer otras letras, continuaría encontrando tantas alegrías como en la G, eso ya de por sí es para celebrarse, pero ella concentra las personas que hoy, ayer y deseo con todas mis fuerzas que mañana, han marcado en especial mis días, mi corazón y más sonrisas me han despertado. ¿Te has parado a pensar cuál es hoy tu letra? ¿Quiénes o qué cosas esconden tras ella?

sábado, 4 de julio de 2009

RECETA PARA UN SÁBADO

Ingredientes para comenzar de p.m. la mañana. Aviso del chef: estas indicaciones son únicamente consejos que cada comensal puede transformar a su gusto; la receta puede ser copiada, alterada, adaptada... Lo importante, al fin y al cabo, es ponerse a cocinarla de inmediato para poder gozar lo antes posible de sus beneficios.






Paso uno: Para que todo su cuerpo se despierte por igual. Tras abrir los ojos y saludar a la mañana que se cuela por las enormes cristaleras de nuestra habitación (detalle prescindible), tras enchufar el equipo de música o dejar que suene este play list (a esto se le llama auto-promoción)se estira la mano hasta el interior de la gaveta de la mesa de noche que lo mismo contiene una diadema para quitarte el pelo de la cara, que el cargador del móvil, o una caja de condones... y sacas ninguna de esta cosas, sino los aceites perfumados, aptos para todas las partes del cuerpo, y esperas a que la canción que empieza sea lo bastante sensual como para acompañarte en el ritmo de las caricias que te dedicas y que recorren cada recodo de tu cuerpo adormecido. Cierras los ojos y evocas un rostro, una voz y un aroma varonil, un recuerdo compartido, y entierras la culpa de estar apoderándote de su energía, de tenerlo retenido entre tu deseos. Lo imaginas despierto, pero sin sobresaltos, a tu lado, siendo recorrido por besos que se deslizan desde las mejilllas por sus labios, el cuello el pecho, el ombligo, el interior de sus muslos... y disfrutando del estremecimiento y los gemidos frutos de la exitación. Y te sonríes ante el placer que causa despertar tales sensaciones en el otro, y esperas el día, la hora cercana en que la realidad superará a tu imaginación. Y tus dedos continúan buscando cada uno de los escondites que pronto mostrarás a otro. La canción cambia de nuevo, Luis Miguel desea que el reloj no marque las horas. Tú has superado el límite del tiempo y el espacio. Como brisa, una caricia se ha depositado en tus labios... era mi beso.



Paso 2: Un enorme suspiro de placer. Con más canciones te levantas, te cuelas en la nevera y sacas en vaso de leche fría con un poco de canela en polvo, algo de fruta y jugosas galletas de chocolate. Sales a la terraza, pies arriba cabeza abajo, una postura tan cómoda como otra cualquiera. Comes con despreocupación. Quehaceres de la casa, alguna compra, trabajo o meditación pudieran ocupar las primeras horas del día, da igual, todo se hará con gusto. La nueva canción se adapta a ti. Invita a saltar, y lo haces, saltas y bailas por los pasillos, por toda la casa, juegas a ser gogó y diva, te ríes.






Paso 3: Comienzas a quitarte la ropa. Tu perro interpreta tanta fiesta como un juego y te sigue en el jaleo hasta la ducha. ¡Qué ducha!, ¡será un baño de sales y aceites!,... de tiempo para ti. Te sumerges hasta la cabeza dentro del agua; del primer al último chacra, imaginando que todo lo malo se lo lleva el mágico líquido, desprendiéndote de todas las trabas que te impedirían hoy comerte el mundo. Ríes y cantas. Es el mejor lugar de la casa para cantar. Resurges como nueva de tu nube de espuma de mango, jugueteas con los dedos entre el grifo, el largo de la ducha, los relieves de la mampara, la cosa es no pensar y asegurarse de que hasta el último poro de tu piel está invadido por tu nuevo aroma dulzón. Abandonas la bañera, no sin antes permanecer unos segundos abrazada por la toalla y secándote despacio, como su tu piel fuese papel de seda. Te vistes, da igual con que; ponle colorido a tu vida, algo que diga soy yo, y soy así. Te perfumas con un signo de distinción, aceites de mirra de Cleopatra es mi elección, dibujas una sonrisa en tu rostro, o mejor dos, una para ti y otra para todo el que se cruce contigo.



Paso 4: sal a la calle con la seguridad de que el día te pertenece, la felicidad está al alcance de tus manos, a la espera de toparse contigo y regalarte lo mejor. Sal a la vida, aunque eso signifique no moverse ni un milímetro, pero es que existe un tiempo y un espacio para ti que no debes desaprovechar.






El chef asegura un éxito rotundo con esta receta por lo que no ha sido necesario acompañarla de ningún certificado de garantía.

viernes, 3 de julio de 2009

VIDA ES...

... Vida es celebrar que el cielo azul y la luz del sol son el primer beso que recibes en la mañana.

... Vida es saber cómo disfrutar de cada pequeño detalle y sensación.

... Vida es bailar y cantar sobre una mesa, saliendo de tu ducha, aún desnuda y mojada, alguna canción de Liza Minelli o Marilyn Monroe.

... Vida es conocer a ciencia cierta que existen tantos sabores de helado que disfrutar, que aún te restan infinitos días de placer.

... Vida es no descartar comerte ese helado con alguien a quien amas y deseas, sin usar plato, ni manos, ni cuchara.

... Vida es recorrer las calles de tu barrio, con una sonrisa en los labios mientras de todos y cada uno de los vecinos y comerciantes recibes lo mismo, o un saludo, o un beso o un piropo.


... Vida es agradecer una lista inmensa de colegas y amigos y una íntima lista de seres maravillosos que te quieren de verdad y por siempre.

... Vida es tener a quien querer y donde poder invertir con seguridad todo el amor que guardas.

... Vida es reírte de ti, contigo, en ti.

... Vida es sentirse seguro de que todo es por una buena razón y que después del cambio, aunque parezca oscuro, solo puede llegar algo mejor.

... Vida es recibir un regalo, dar un regalo, ser un regalo.

... Vida es disfrutar de los pajarillos que vienen a posarse en tu baranda.

... Vida es gozar del valor de compartir lo que piensas y sientes, y sentirte bien y disfrutar de haber compartido.

... Vida es tu abrazo, tu beso y tu caricia, que me da vida, me llena de vida, multiplica y da calor a mi vida.

... Vida es querer vivir, porque no podemos negar que la vida esconde regalos, aguarda sorpresas y nos promete vida, vida y más vida.

jueves, 2 de julio de 2009

PERSONAJES V



BUCK

¡Éste sí que es todo un personaje! Más que nada porque no es real. Durante un tiempo fue un chico que asaltó a caballo nuestras pantallas, en unos días de adolescencia y sueños. Yo no tendría más que doce o trece años… juraría que ni siquiera iba aún al instituto. Aparecía en una serie de la tele, Jóvenes Jinetes, que me encantaba, porque contenía todo lo que una adolescente puede demandar: romanticismo, aventura, problemas que se resuelven entre amigos, sueños truncados y sueños cumplidos. Me encantaba imaginarme cuidando de ese indio mestizo, guapo y sensible, de coraza dura; me imaginaba ganándome su confianza y abriéndole un mundo de alegría y felicidad que apartase cualquier recuerdo amargo de su pasado, de haber crecido sin un padre, de un hermano, en medio del rechazo, del encierro y de sentir que no encajaba en ninguna parte. Recuerdo que me montaba yo solita mis historias, mis versiones personales del capítulo, noche tras noche hasta quedar profundamente dormida, y en esas historias, lo que primaba era la confianza del uno en el otro, el diálogo y la demostración de amor por quien eres de verdad, no por tu historia o lo que tienes. Un amor que florecía de las virtudes personales más allá de las diferencias de raza o cualquier otro asunto. Me enamoré platónicamente de este personaje y, dado que la serie duró tres largas temporadas, es de suponer que nuestra ficticia relación se alargó más en el tiempo que otras muchas que haya podido tener en este plano más real.
Lo curioso es que pronto Buck se convirtió para mí en un símbolo de aquello que busco y persigo desde hace mucho tiempo (y dándome cuenta de que esto huele demasiado a diario, pido disculpas y me consuelo en la esperanza de que algún lector vea en mi historia reflejos de su persona; y de que mi lado romántico no esté resultando excesivamente vomitivo…).
Pues eso, hace un par de meses un amigo me envío un correo de nuestro horóscopo celta, o de uno relacionado con árboles. ¡Soy un pino! ¡No será por altura y esbeltez! En esta predicción se me definía como alguien cariñoso y enamoradizo que no cesaba en su búsqueda hasta encontrar lo perfecto para sí mismo. Cierto, para que lo voy a negar. Como no estoy en necesidad de amar, procuro buscar lo perfecto. Lo perfecto es Buck: un chico con un aire introvertido y que me mira con cierto miedo. Me contempla con serenidad y paz cuando estoy a su lado, sus ojos se tornan tristes cuando se percata de que es el momento de la distancia. Buck tiene una mirada profunda y limpia; oscura y luminosa, te permite leer como en un libro abierto. Buck es desconfiado y fuerte como un caballo sin domar, conserva el espíritu salvaje de quien no desea ser retenido, quiere correr en libertad sin agobios, a la vez que desea que al final de su carrera estés ahí para recibirlo y acariciarlo, y agradecerle su vuelta. Buck es sumamente cariñoso, tierno y atento, cuando llegas a su corazón. Le gusta jugar con cada uno de los milímetros de tu piel, en todos busca sensaciones. Buck es un gran oyente, escucha más que habla, porque no se acostumbró a contar de sí mismo, pero cuando lo hace, en cada palabra que te dedica, te asegura estar creyendo en ti, y entregándote lo más valioso de este mundo. Buck es una cajita de sorpresas que le saca todo el meollo a la vida: cuando ríe, ríe, cuando celebra, celebra, cuando se enfada, se pone insoportable, cuando se entrega, tocas las estrellas. No hay medias tintas. Buck no decepciona, porque viene al desnudo, sin dobles intenciones ni falsas promesas. Buck es inteligente e ingenioso, tiene un maravilloso sentido del humor, y es tan poco detallista, tímido y despistado que, para cuando se viene a acordar de tu cumpleaños o de tu flor preferida, es demostración de que representas una parte imprescindible de su existencia. Buck es algo más que un personaje ficticio, existe, lo creé, conjuré y atraje. Puede que ya esté en mi vida.
No cabe duda de que cuando lanzamos repetidamente un mensaje al universo, éste termina por cumplirse, es ley tántrica (que existe más allá del sexo, ¡por dios santo!) Nuestra energía es lo bastante poderosa como para que nos devuelva lo emitido, sea bueno o malo. Imagináis ¿cuántos años proyecté a Buck? y ¿cuántos deseé convertirlo en alguien de carne y hueso? Pues, era inevitable que tarde o temprano se me plantase delante de mis narices para mi pavor y sorpresa. Lo único que sucede ahora, es que ando con prudencia, muuuuuchaaaa prudencia. No me gustan los problemas, pero esta vez hasta me los estoy auto-provocando, me creo obstáculos y dificultades que me permitan, en el tiempo y la reflexión, auto-demostrarme que es él, comprobar que no meto la pata, que estoy preparada y dispuesta para dar, recibir y compartir, porque si Buck para estas cosas es un hombre claro, yo a la hora de dar, doy sin límites, otra cantidad no se podría entender (dentro del equilibrio de la vida interior, propia, y la libertad y el respeto, claro, claro); no es cuestión de andar derrochando lo auténtico en el personaje equivocado.
El hecho de que Buck pueda haberse plantado en esta dimensión de mi vida, el hecho de que otros pequeños sueños o planes se materialicen, me invita a desear más y más, y además os pido que también lo hagáis vosotros. Por favor, creed en mi magia, en la magia,… veréis que todo saldrá bien, así que pongámonos a pedir. Empiezo yo por romper el hielo: deseo participar en un proyecto de Clint Eastwood antes de que la palme (hemos dicho pedir de verdad, ¿no?), deseo ser creadora de sueños que se lleven a escenas , páginas y pantallas, deseo un viaje mochilero que me permita descubrir los recodos más increíbles de este planeta y volver mejor persona. Quiero tener una fortuna lo bastante grande como para dar respuesta desahogada a todos los que me rodean y que la preocupación de sus vidas sea otra bien distinta a la del dinero. Quiero seguir aprendiendo en mi trabajo, poder estar rodeada de los mejores y formar parte de su equipo. Quiero que mi trabajo deje una huella positiva en aquellos que pasan por mi vida. Quiero que se lamente el lejano día de mi muerte. Quiero sentarme a tu lado al caer la tarde, cuando la brisa del mar es alivio y se cuela por los poros de la piel hasta provocar un escalofrío y no mirarnos, hablar contemplando el horizonte, alejado, tan alejado como el día de nuestra separación. Y respirar en paz y ser consciente de que todo lo bueno de mí está en ti y que todas tus bondades las compartes conmigo. Deseo que me sientas cerca en tus momentos de duda y dolor, y me llames; y que me percibas cerca en tus momentos de alegría y satisfacción y también entonces me busques. Deseo que la vida me dé tantos síes, que no pueda siquiera abarcarlos. Quiero que me quieras y querer y enseñar a querer y querer a los que no quieren y ser querida por lo que quiero y por lo que soy. Deseo que mis letras superen fronteras, mis cuentos se publiquen, mis cuadros se valoren, mis ideas se respeten. Deseo ser mediadora entre este y otro mundo y traer el mensaje y la misión que me haya sido encomendada con todo el valor y coraje que se precise. Deseo no perder jamás la sonrisa y contagiarte la mía. Deseo que todos mis deseos se conviertan en realidad. Deseo que seas consciente de que eres uno de mis deseos y que en ello no hay motivo de preocupación, que solo se puede albergar desde la felicidad. ¡Uf!, ya está. ¡Qué bien se queda uno! Feliz día. T. A.

miércoles, 1 de julio de 2009

LA AUSENCIA

El refranero parece tener respuesta para todo, ¿a qué sí? Te pongas como te pongas, encuentra qué decir, aunque no siempre le demos la razón. Está el de "nunca digas de esta agua no beberé", "dime con quien andas y te diré quien eres", o ése otro que te recuerda que "solo valoras algo cuando lo pierdes". Si te has fijado en el título del post y empiezas a reconocer por donde suelen ir mis tiros, supondrás perfectamente que me pienso detener justo en éste.

Raro es el ser humano que presta atención a lo bonito que tiene a su lado, y sin embargo lo llora en la ausencia. No sé si por cultura o mala costumbre, cuando tenemos a alguien a nuestro lado no insistimos en recordarle lo importante que es para nosotros y pronto nos desacostumbramos a decir te quiero, te amo, me gusta compartir contigo, agradezco que estés a mi lado. En presencia nos sentimos seguros y merecedores del universo y entonces nos mal acostumbramos. Pero, luego llega la Ausencia, la hermosa y maestra Distancia para abrirnos los ojos. Y una angustia comienza a corroernos las entrañas y de repente sentimos que nos falta el aire, que se nos cierra la boca del estómago y que nuestra cabeza no puede hacer más que repetir su nombre, nuestra nariz reproducir su aroma, ¡qué pareciera que hasta el aire confabulado lo trae hasta nosotros incesantemente! Entonces, algo nos falta y algo nos importa: él, ella, ello, lo que nos da sentido en la vida y que solo en esa maravillosa y reveladora distancia apreciamos; y nos invade el miedo, el miedo del bueno (que también como con el colesterol ocurre que hay uno que es positivo). El miedo tasador y de subasta, que nos invita a pujar por nuestro tesoro y dar pasos firmes hacia la victoria, seguros de no errar, porque todas las partes de nuestro cuerpo nos han gritado sí, ¡¡¡sí es el momento, el lugar, el sentimiento, la persona!!! Y doña sabia Ausencia nos habla directo y al corazón y nos invita a reflexionar: - si te importa en la distancia, cuídalo una vez estés cerca, si valoras sus besos, su abrazo, su paciencia, su escucha, su calor, su presencia, regálale un gracias, responde con amor, del que se nota, se oye, no se cuestiona y no defraudes su confianza, asegúrale que hasta en la ausencia aprenderás a querer más y mejor, que hasta la ausencia es cuna y semilla de lo bueno y lo mejor, que es más, que no existe ausencia entre los que se aman, sea cual sea esa relación de padres, hermanos, amigos, compañeros, amantes, porque se puede estar no presente, pero jamás ausente cuando dos se quieren de verdad.


Hace un tiempo, una amiga preocupada y temerosa de amor y distancia me preguntó, mi respuesta, en aquel momento, fue la de una persona libre, amante del mundo, aunque no amante de nadie, por lo que supongo que estaba en condiciones de ser equilibrada. Ese texto le gustó, nos gustó, hoy lo incluyo y lo regalo sobre todo a aquéllos a los que les duele o les manda señales la todo poderosa Ausencia:


Impulsos del corazón

Si alguna vez existió la justicia, fue para esconderse tras la figura del Amor. Porque Amor se coloca una venda en los ojos y es capaz de despreciar edad, dinero o cualquier otra cosa que viva bajo el dominio de la razón. Porque ofrece las mismas oportunidades al niño, al joven y al cuerpo viejo que mantiene viva el alma, sin facilitar ventajas a ninguno de ellos, sin que se tenga el privilegio de conocer ni el más minúsculo de sus misterios, en ningún momento, a lo largo de nuestra vida. Un día, sin esperarlo, y lo que es más importante, sin desearlo, te lo encuentras al doblar una esquina (aunque nunca entendí cómo se podrá doblar cosa tan dura). En cuanto te percatas de que es Él, intentas salir huyendo, sin lograrlo, pues te atrapa sin argumentar razones, ni querer saber de excusas. Y, entonces, contraes el peor de los males y te invade el mayor de los miedos. De repente, temes el final, temes entregarte demasiado, dar todo lo que tienes y aquello que no imaginabas que se escondía bajo tu piel, temes revelar esos secretos que te hacen vulnerable, a la vez que deseas ser la criatura más vulnerable del mundo para poder encontrar refugio en el pecho que te resulta una almohada perfecta, hecha a tu medida; pero, sobre todo, temes el final. Amas con todas tus fuerzas, aprendes sus gustos, memorizas su aroma y crees verlo en todas las personas que se atraviesan fugaces ante ti. Lo añoras en su ausencia, te devoran los nervios en su presencia, te puede la ilusión y te contienes ante el deseo del roce y la caricia que induces como por azar, en busca de que, entendida la indirecta, recibas mucho más. Pero te sigue persiguiendo el fantasma del miedo al final, al ¡qué será de mí cuando esto acabe!....
¡El amor no conoce final!, no es carne de hombre ni de mujer, no es la persona ni el objeto del deseo, es algo más. Es la fuerza que te mueve a mirarte en un espejo y descubrir tu atractivo, es la razón por la que los lunes no son oscuros y por la que lloramos ante una película ñoña de la que todos adivinamos el final antes de la primera pausa publicitaria. ¿Para qué preocuparse del fin? ¿por qué no mejor vivir?, vivirlo y presumir de: ¡yo estuve ahí!, atrapado en las inseguras garras del amor. Yo fui de esos seres privilegiados que un día conocerá la muerte sin miedo, porque se irá de este mundo con la satisfacción de que vivió todo lo que había por vivir, y que conoció y consumió todas las capas de su piel. El amor se vive hoy, este minuto y este segundo, se saborea como el chocolate que se derrite entre los dedos y que con descaro lamemos ante los ojos desorbitados de los pudorosos, que delicadamente se los habrían limpiado. El amor se goza sin pensar y, si llega a su fin en una historia, se respira hondo para proclamar satisfecho, lo feliz que se ha sido y para preguntarse cuánto tardará en llegar la próxima. Si ha de continuar, ¡ah que inmensa fortuna, si ha de ser así!, entonces se pone a calentar todos los días un ratito, a temperatura media, en su horno, cuidando de que no se queme y, cuando esté bien derretido, se chupa y saborea hasta la médula, procurando, eso sí, de que siempre haya un poquito más en las bodegas, y de que no esté caducado. La conservación y renovación ya es cosa de cada cual y cada producto, marca, ingrediente,... tiene su receta particular.
Que no tiene que ver, lo admito, que me apetecía mucho incluir al más tierno fantasma de Notredam, lo aceptáis. Salí al mundo... ¿me acompañáis? ¿nos encontramos en algún punto? A partir de 1,22 minuto para quienes ya no se considere monstruos o bichos raros. http://www.youtube.com/watch?v=UKoAJ9viou4&feature=PlayList&p=0B4A788047D86C8D&playnext=1&playnext_from=PL&index=31