Solo el pensamiento puro puede acercarme a la verdad. Solo cuando esté libre de condicionamientos morales, sexuales o sociales, podré ver con claridad y esa luz me hará feliz.
No juego a ser filósofa ni aproximarme a la sin par Hiparia; reflexiono, busco una enseñanza en lo que me rodea y una respuesta por cada situación. Lo único que ocurre es que ésta ha venido de forma grata(cineeeee, ¡ummmmmm!). "¿Quién sabe si dentro de dos mil años alguien se preocupará por una persona que hoy pasa desapercibida y se maravillará del cómo estuvo tan cerca de lo verdadero?", se preguntó mi acompañante. Yo respondí: ojalá, y que se dé fuera de los medios de comunicación y de internet, porque últimamente los contemplo como las cucarachas judías y cristianas que Amenábar enfocó desde un plano acelerado de helicóptero, porque los juzgo como unos seres manipuladores que convierten en cierto lo que tocan, olvidando la capacidad de elección y de información cuasi pura, que su razón es todo menos eso, que su mensaje destruye y aliena. ¡Qué el tiempo quiera que una mente hoy juzgada como loca le gane la batalla a este medio de medios!
He salido de la película sintiéndome la cosa más diferente a esa mujer, creyendo estar en el otro extremo, con remordimiento pero sin culpa: la película es creación y pensamiento, ella fue creación y pensamiento. yo preciso del proceso creativo como del aire. Necesito probar a dibujar, escribir, leer y recrear, trabajar el barro, los alimentos,... si no pongo creatividad en mi trabajo, en la cama, en el habla, siento que no soy que no sé ser. Pero he convertido ese proceso en un suceso práctico y útil, a mi servicio y conveniencia, sin desarrollarlo ni mimarlo ni dedicarle el tiempo que requiere. No he tenido el valor de prescindir de otras facetas de mi vida para centrarme en lo que en el fondo es más que una vocación, es una intención. Ahora un nuevo trabajo y un nevo tiempo me lo ponen delante de las narices, me brindan la oportunidad, y me desafían a encontrar una excusa para no hacerlo, para dejar de experimentar con el hecho de ser fábrica de ilusiones sin un fin determinado, con la meta única de plasmar y hacer y crear y creer y crecer... ¿Y sabéis lo que digo? que asumo el reto. Esta vez no hay razón para no buscarlo. Sin considerar, como Hiparia que crear y aprender significa renunciar al amor de un hombre, no dejo de ser consciente de que no existe macho de la especie humana que me haya cruzado y que permita combinar ambas cosas. Demandantes de atenciones desproporcionadas y desprovistos de la pureza de pensamiento, no me acompañan en mi crecimiento ni respetan mi paso, pronto se convierte en aspiradoras de tiempo, acción, pensamiento y devoción. Si conocieras uno que no cumple con el perfil, notifícamelo, con discreción, para poder observar al pajarillo antes de que se dé cuenta y salga volando: Lo único que pretendo es reconocer que no es mito, que existe el hombre capaz de corregir la frasecita "detrás de todo gran hombre hay una gran mujer" por la de hemos sabido estar una al lado del otro reconociendo nuestras grandezas sin miedo a la sombra alargado de ninguno, sabiendo creer en soledad al contar de nuestra libre y por lo tanto firme compañía.
No sé si acabo de ser entendida porque no se alcanza a compartir mis pensamientos, o resulto ininteligible. Hoy, en una conversación con alguien que conozco que pudiera servir de ejemplo, me dijo que se había encontrado con un conocido común. Él iba con su novia, mi amigo también, ésa fue la razón que me dio para justificar el no haberse detenido a saludarlo y charla y comentar lo que fuera. Lo que más extrañeza me causó es que lo dijera con la naturalidad de considerarlo normal, y no te digo lo que he rumiado yo el asunto... una pareja exige no poder hablar o compartir con otros, crear un círculo mágico y energético en el que no se adentrarán otros sin temor electrocutarse. Es tan extraño vivir a tu lado sin tener que desvivirme y vivir por ti. Echadme una mano, por favor...
Divago, entremezclo y celebro que mis pensamientos se retuerzan y combinen para dar como fruto estas líneas espontáneas. Disfruto, solo eso, disfruto y sin prometerme nada doy un paso hasta el futuro más inmediato, un futuro presencial que se torna, desde este instante pasado, y quiere que sonría por el hecho de adoptar una decisión libre, cercana a la verdad de que solo cuando me encuentro pura y sin condición me siento feliz conmigo y con todo lo demás. Con la convicción de que mi vida ha de convertirse en el constante aprendizaje de mí mismas, sabiendo aprender de los otros, pero sin asumir sus lecciones como propias. Aceptando que al de en frente habré de aceptarlo, pero sin dejar de ser fiel a mí misma, que los creyentes conversos no son más que hipócritas moméntaneos aferrados con miedo a una necesidad.