martes, 17 de febrero de 2009

CONFIANZA


Si la fe , según todos, es lo último que se pierde, la confianza debe ser lo último que se gana y , como no, la primera de las pérdidas. Se pueden dar los buenos días, conversación, cinco euros para la guagua,... se puede compartir un almuerzo, salir juntos, pasarse teléfonos y correos,... podemos hasta acostarnos juntos, y más de una vez, sin que la confianza haya llegado a nuestras vidas, a nuestra relación.

Confianza es una palabra mayor: significa delegar en alguien algo muy importante para nosotros, es como estar al borde de un precipicio, asido a la mano de quien que no te soltará. Significa estar a miles de kilómetros de tu ser amado, de tu hogar, de tus pertenencias, sintiendo que todo va bien, porque la otra parte es un poco de ti y por eso no quiere fallarse a sí mismo.

La confianza es mi regalo más valioso, una prueba de fuego pendiente. Cuando nos dañan y nos engañan solemos decir eso de "perdono , pero no olvido" y a muchos ese mensaje les resulta contradictorio. Posiblemente, lo entenderían mejor si dijéramos "perdono, pero no confío". El que es golpeado, al que se le miente, el que sufre una infidelidad, el que es traicionado o humillado, es capaz de perdonar esas acciones, pero, como ya se abrió la caja de Pandora, espera que pueda volverse a repetir, y duerme con un ojo entreabierto, por si las moscas.

Desde mi punto de vista, perder la confianza de otra persona es quedar renegado a ser un personaje plano, en blanco y negro, alguien que está ahí, pero no tomamos del todo en serio, que nos limita la expresión de nuestros sentimientos y acciones, porque un día no la valoró suficientemente.

He conocido a una persona nueva. Tiene toda la pinta de ser un personajillo especial y entrañable, pero no termina de confiar. Como un cachorrillo apaleado se acerca curioso al hueso, pero mira a los lados temiendo caer en la trampa. Me temo que mi cachorro ya ha caído en más de una. Me causa cierta ansiedad no alcanzarlo, porque como certificáis todos aquellos que me conocéis, soy un especimen completamente inofensivo, más parecido a un dibujo animado de disney que a una peligrosa diva. Pero, en gran parte lo entiendo y lo acepto, la confianza es el regalo que se gana, el trofeo al esfuerzo y hoy yo no lo merezco, si lo obtuviese, mi premio no sería más que una burda falsificación chapada en oro del que cagó el moro, y a mí los tesoros me gustan de oro macizo. Luego está el resto: ¿cómo pedir a los demás lo que yo no doy? Confío y amo mucho, pero como decía antes, no lo suficiente. Os daré una prueba; mi casa está abierta para mis amigos, también mi vida mi mente y parte de mi corazón; sí, solo parte. Mis más secretos sentimientos los conocen las mismas personas que también saben el nombre del dragón que llevo tatuado, o sea, nadie. Como en el cuento de Rumpelstinqui, el enano, ese nombre se desvelará solo a quien gane de verdad mi confianza y mi corazón, y si nadie lo sabe aún.....

Por cierto, no os perdáis un nuevo apartado, la ventana se abre para regalarnos mil cuentos.

2 comentarios:

  1. Dani otra vez xD:
    Yo pienso q las personas no somos dignas de confianza,pero no lo digo como un comentario del típico pesimista incapaz de ver algo de valor en las personas y por tanto incapaz de confiar,lo digo por algo un poco mas rebuscado.Pero antes de explicar ese algo,veamos las consecuencias optimistas de esta postura:
    Creo q nadie es perfecto,por tanto todos nos podemos equivocar,solidarizarnos con esta realidad universal significa aceptar q no somos excepciones a la regla,y por tanto tb podemos hacer cosas q hagan q otros dejen de tener la confianza q antes depositaban en nosotros,eso nos convierte en malos?o en humanos?,y a las personas que nos quitan la confianza por haber hecho algo tan terrible como ser humanos y cometer errores,no se ponen inconscientemente en un plano de divinidad superior en la q no podrían jamás cometer un error como el q cometimos nosotros?,ya q de otro modo,serían mas comprensivos con neustra falta,no nos castigarían,ya q de hacerlo sabiendo q si se vieran al espejo verían lo mismo no harían otra cosa q ser ejemplos de hipocresía y soberbia.
    Teniendo esto en cuenta,creo q ser humildes y aceptar nuestra condición de humanos implica aceptar q podemos equivocarnos con todas las cosas,y por tanto,tb en lo q nos parece indigno hata tal punto que nos hace retirar nuestra confianza,no merecemos confianza,la fe solo se puede otorgar a un dios,q nisikiera sabemos si existe.
    Por otra parte,ahora si comentaré lo q aplacé antes:
    Creo q el q todos nos podemos equivocar en cualquier cosa,aunk a priori pensemos q no,es algo facil de argumentar,sino a saber:
    Por un lado,asumamos q nadie es perfecto,y por otro,q el ser humano puede aprender de los errores y mejorar,dos afirmaciones q se hacen en pro de la humildad el primero,y el optimismo sobre la capacdad de aprendizaje de nuestra raza el segundo,nos parecen agradables de tener en cuenta por separado,pero si pensamos en ellas juntas tenemos esto:
    Si podemos corregir nuestros errores,y seguimos corrigiendo hasta no tener errores,no nos convertiría eso en seres perfectos?pero eso iría encontra del primer supuesto de q no podemos ser perfectos,y por otro lado,si no podemos ser perfectos,no significaría ello q no podemos corregir los errores q tengamos,pero eso iría en contra del segundo supuesto,para resolver esta paradoja solo veo tres soluciones:
    1.tenemos infinitos defectos.Así,aunk corrijamos los defectos,nunca llegamos a la perfección ya q siempre estamos corrgiendo defectos y estos nunca se agotan.
    2.Siendo finitos el número de defectos,siempre q corregimos uno,sale otro aunk ya estuviera corregido,asi siempre hay un número de defectos q asegura nuestra imperfección y al mismo tiempo corregimos defectos continuamente.
    3.Teniendo finitos defectos,en realidad nunca los corregimos del todo,ya q contrariamente a lo q decía Sócrates,saber lo q está bien y hacer el bien son cosas distintas,podemos haber aprendido q algo está mal,y aun asi hacerlo por debilidad,siendo esta debilidad precisamente lo q nos hace humanos,y tb imperfectos.
    Bien,la opción 1 la descarto por descabellado,pensar q somos entes llenos infinitamente de defectos exede lo q debe ser la humildad,la opción 2 nos llama idiotas incapaces de aprender algo bien,ya q algo aprendido,se olvida derrepente para q vuelva a surgir como defecto,la opción 3 creo q es la q mas nos describe,por eso penso q todos somos imperfectos,todos nos podemos ekivocar aunk pensemos "yo jamás haría algo asi!" y por tanto nadie en el fondo,merece una ciega confianza.

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  2. Madre mía, que buena reflexión te has pegado Dani xD Este post y tu comentario deberian de ser escritos en una web literaria que suelo visitar con frecuencia, si hay interes te paso el enlace. Como siempre tus post dan algo que enseñar Rita, y si en parte servidor sabia algo ya, lo mejor de todo es que como a Dani a uno le hace pensar... Chaito!

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